Jaime Armendáríz/
El Diario
Chihuahua— Varios liderazgos del PRI como el exalcalde Marco Quezada, los exdiputados Eloy García y Teporaca Romero, el exjefe de la Policía Municipal, Eliodoro Araiza, entre otros, se reunieron durante el fin de semana y concluyeron que la siguiente elección de la dirigencia estatal del partido debe ser abierta a la militancia.
Hicieron mesas de análisis sobre las causas de la derrota electoral de este año, en la que el PRI perdió por segunda vez en la historia la gubernatura del estado, así como el Congreso local y por primera vez se quedó sin los gobiernos de los municipios con mayor población, como Parral, Juárez y Chihuahua.
En un boletín de prensa, el grupo expuso que una de las conclusiones fue que en el proceso se excluyó a los militantes en la toma de decisiones al interior del partido, “las prácticas deshonestas, la frivolidad, la falta de sensibilidad para atender los reclamos sociales básicos por parte de autoridades emanadas del PRI”.
Uno de los acuerdos fue impulsar en cada municipio la corriente ideológica que tiene como propósito que sus militantes tengan total apertura en su expresión y en la toma de decisiones, también se pronunciaron por la democratización interna para que por consulta directa a sus militantes se elija a las dirigencias municipales y estatal así como a sus candidatos a puestos de elección popular cuando sea el caso.
Además de los allegados a Quezada estuvieron los expresidentes municipales de Aquiles Serdán, Roberto Ramírez y Manuel Jaramillo, el expresidente de Aldama y ex diputado local Miguel Rubio, el expresidente municipal de Madera, Alfredo Calzadillas, el expresidente municipal de Parral, César Dajlala, además de expresidentes de comités municipales del PRI como Luis Felipe Cervera de Parral, Flor Domínguez de Casas Grandes, Francisco López de Ojinaga, y Teokali Hidalgo de Chihuahua.
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