Salud Ochoa/
El Diario
Chihuahua— Fidel Castro firmó el diploma universitario del chihuahuense Arturo Limón, quien lo conoció a temprana edad a través de las palabras de su padre quien le aseguraba que “esos muchachos barbudos iban a cambiar la isla” y al convertirse en adulto, decidió que no quería el nombre de Mario Moya en sus documentos sino el de Fidel Castro.
“Fidel firmó mi diploma porque no quise que Moya lo firmara debido a que él era secretario de Gobernación cuando los “Halcones” nos atacaron a nosotros los estudiantes en la Ciudad de México. Creí que no era correcto que un hombre que nos agraviaba de esa forma, estampara su firma allí”.
Sin embargo, fue años después cuando conoció físicamente a Castro en el cementerio de Santiago, sitio donde ahora depositarán sus cenizas.
Limón asegura que si se entiende en toda su dimensión, “Castro fue el político más importante de Latinoamérica en la segunda mitad del Siglo XX y no se puede concebir el despegue que tuvo el cono sur de América en el Siglo XXI sin su asesoría y tutoría.
“A mí me queda el privilegio de haber conocido un hombre capaz de poner su pellejo para mostrar sus ideales. Contrario al Ché Guevara que murió joven y se convirtió en una leyenda a nivel mundial, Fidel se mantuvo en esa terquedad de la vejez, orientando y empujando con la sabiduría ganada con los años.
“Amó mucho a los niños y a los jóvenes y creo que quienes festejan su muerte no se dan cuenta que él se ha multiplicado en muchos hombres y fue capaz de ir por todos, incluido Diego Armando Maradona a quien ayudó a salir de las drogas”.
Era el tipo de ser humano amplio, que acepta a las personas y las ayuda. Un idealista y combatiente. Lo vamos a reconocer imitándolo en su valentía, en su servicio y en su capacidad de ser hermano con todos”.
Cuestionado respecto a quienes rechazan a la Cuba de Castro, indicó que “fue como el sol que brilla pero tiene manchas. Los agradecidos hablan de la luz y los malagradecidos de la oscuridad”.
Aseguró que antes de la Revolución, según testimonios, había unos pocos que tenían mucho y muchos que no tenían nada por esa razón se gestó el movimiento y quizá allí está el punto de quiebre de la leyenda de Fidel.