Orlando Chávez/
El Diario
Chihuahua— El secretario de Salud, Ernesto Ávila, dijo que la situación de inseguridad en la zona serrana ha ocasionado que poblaciones como Guachochi se queden sin médicos, por lo que pidió a los criminales un poco de criterio para que permitan que los médicos hagan su trabajo y atiendan a la población.
El funcionario comentó que en poblaciones como Morelos, Moris, Madera, Guachochi y Guadalupe y Calvo, los médicos han sido víctimas de amenazas de criminales, por lo que no quieren trabajar en los centros de salud, lo que deja a la población indefensa ante los problemas de seguridad.
Pero esta situación no es solamente de la zona serrana, ya que en Ciudad Juárez los especialistas no quieren laborar ante las presiones de los delincuentes, a pesar de que se les ofrece un sobresueldo.
“Quisiera pedirles a los criminales un poco de criterio, mínimo, para que permitan que se trabaje, para que los médicos puedan llegar, porque vamos a empezar campañas de vacunación y luego empezaremos con la de la influenza”, destacó. Recalcó que los médicos no quieren trabajar en el sector público, lo que ha generado un déficit de galenos y enfermeras.
Respecto a los problemas administrativos, expuso que el anterior Gobierno les dejó una serie de faltantes que están revisando, pero que las deudas del Ichisal rebasan los mil millones de pesos, incluyendo pagos al SAT, además de varias facturas a los proveedores de medicamentos.
El funcionario expuso que la dependencia pasa por una serie de problemas que le heredó la pasada administración, como los mil 34 millones que debe Ichisal, así como pérdidas millonarias en medicamento caduco.
El secretario de Salud explicó que en la pasada administración se ejercieron 4.5 mil millones de pesos favoreciendo a empresas específicas, las cuales ni siquiera surtían los encargos.
Detalló que los medicamentos se compraban a precios 10 veces mayores; mostró una factura pagada por 52 millones de pesos cuando el valor de mercado es de 10 millones de pesos. También encontraron la contratación de servicios externos tres veces más caros.
Señaló que el Ichisal dejó de cobrar 150 millones de pesos por servicios prestados, lo que se está tratando de recuperar. Además de que el PRI debe 20 millones de pesos a la institución por servicios prestados y al cual se le están cobrando.
Destacó que se pagaron compensaciones sin ningún control durante las elecciones.
Denunció que hubo saqueo de medicamentos mientras que se perdieron 28 millones de pesos por medicina caducada, situación que calificó como un crimen.
Añadió que hay equipos nuevos que no han sido aprovechados, los cuales se están programando para su instalación, ya que llevan casi dos años guardados. Enfatizó que se hicieron compras sin sentido como equipo de Italia que no funciona como debería.
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