El Diario
2016-10-04En los primeros minutos de ayer, Javier Benavides González asumió la dirección de la Policía Estatal Única (PEU) por decisión del nuevo fiscal general del estado, César Augusto Peniche, se informó.
Benavides agradeció al gobernador Javier Corral y al fiscal general, “por tomarme en cuenta para este puesto tan importante y con mucha responsabilidad”, en un video que se difundió en Facebook.
Al trascender su nombramiento, de inmediato resurgió la polémica que arrastra Benavides, sobre quien pesan acusaciones públicas y difundidas por medios de comunicación que lo vinculan presuntamente con el narcotráfico desde su etapa como jefe de la Policía Judicial del Estado (PJE) durante el sexenio de Francisco Barrio (1992-1998) y luego como comisionado de Seguridad Pública y Protección Ciudadana en la administración municipal de Juárez, con el también panista Gustavo Elizondo (1998-2001).
Sobre esta controversia se buscó la postura del gobernador Corral pero ayer los medios no tuvieron acceso directo a su persona por hallarse inmerso en los actos del inicio de su administración. Asimismo, el fiscal Peniche no respondió a la petición de entrevista.
A través de un video que Carlos Ángulo, coordinador de Gobierno Abierto de la nueva administración estatal, subió ayer a su cuenta de Facebook, Benavides González dijo que “esperamos estar a la altura de las circunstancias, se esperan grandes cosas de este gobierno y esperamos cumplirlas”.
Sin embargo, César Jáuregui Robles, secretario general de Gobierno, aseguró que el funcionario asumió la corporación policiaca de manera provisional.
Sobre los cuestionamientos que hay en contra de Javier Benavides, de presunta protección a narcotraficantes, Jáuregui dijo que se deben analizar las evidencias y sobre éstas, darle dicho nombramiento o no.
Será el gobernador quien decida, afirmó Jáuregui Robles.
Uno de los casos más sonados estuvo relacionado con el director de la revista Semanario, Antonio Pinedo Cornejo, quien ahora encabeza la Dirección de Comunicación Social del Estado.
En el 2000, Pinedo y uno de sus reporteros, Luis Villagrana, fueron detenidos, acusados por Benavides del delito de difamación y calumnias, por la difusión de un reportaje donde se relata cómo policías municipales al mando de Benavides escoltaban cargamentos de droga con destino a los Estados Unidos.
Al respecto, Antonio Pinedo dijo ayer que no tiene comentarios. No obstante, de manera extraoficial trascendió que el director de Comunicación de Corral expuso que contempla renunciar ante la presencia de Benavides en el equipo del nuevo gobierno estatal.
El criminólogo Óscar Máynez consideró que éste es el primer nombramiento controversial del gobernador Javier Corral Jurado debido al historial que pesa sobre Benavides González que, dijo, no tomó en cuenta estos antecedentes ni las recomendaciones.
Para el exvisitador de la Comisión Estatal de Derechos Humanos, Gustavo de la Rosa Hickerson, este nombramiento es una muestra de que, al considerar que “no hay posibilidad de nombrar como jefes de Policía a ciudadanos ajenos a ella”, los gobernantes recurren a “reciclarlos”.
“No llega el PAN con una visión novedosa de lo que debe ser la Seguridad Pública”, dijo el abogado. “Sigue con la idea muy vieja de que la Policía debe ser represiva y que las investigaciones deben ser a base de presión sobre los delincuentes, en lugar de un trabajo certero de investigación científica”.
Máynez puso en duda que Javier Benavides González vaya a dar resultados extraordinarios porque, sostuvo, las estructuras del crimen organizado son de carácter trasnacional y el nuevo jefe policiaco no es la persona indicada para ese puesto.
“El problema es que en esas áreas se está cometiendo un error de origen. Se piensa que porque la Policía es una institución que ha estado corrompida se requiere gente que haya andado en ese ambiente. No confían (quienes los designan) en que llegue alguien sin antecedentes a tomar control de esas áreas”, indicó al ser consultado por El Diario vía telefónica.
“Ves el gabinete y hay gente que puedes pensar que no es la idónea, pero les tienes que dar la oportunidad de hacer su trabajo. Pero agarras a esta persona que ya tiene muchos cuestionamientos. A mí se me hace que es un error estratégico”, señaló.
De la Rosa dijo que esperar que “Benavides tenga la capacidad de reflexionar y hacer una autocrítica, de estudiar que hay nuevas formas de ser policía. Que la labor policiaca no consiste en la brutalidad, sino en la investigación, en la inteligencia”.
Historia del caso
Una de las polémicas más difundidas en las que presuntamente estuvo involucrado Benavides ocurrió en el año 2000, y estuvo relacionada con el director de la revista Semanario, Antonio Pinedo Cornejo.
En su edición del 28 de febrero de ese año se publicó en ese medio un reportaje titulado “Todo el poder”, donde se consignaron testimonios y pruebas documentales para señalar la presunta vinculación con el narcotráfico de Benavides González.
Tras la publicación de ese texto, el jefe policiaco presentó una denuncia penal por difamación en contra de Pinedo Cornejo y el reportero Luis Villagrana, quien escribió el artículo, ante la Procuraduría de Justicia de Chihuahua.
Esa instancia consignó el expediente a la juez Cuarto de lo Penal, María Catalina Ruiz Pacheco, quien solicitó una orden de aprehensión en contra de los periodistas.
El 19 de septiembre del 2000 el director de Semanario fue arrestado por agentes de la PJE y consignado al Juzgado Cuarto de lo Penal, pero fue puesto en libertad al día siguiente con el depósito de una fianza de 15 mil pesos. Villagrana pagó una caución similar, pero él compareció de forma voluntaria ante la juez que ordenó su arresto.
Finalmente, el denunciante otorgó el perdón y retiró la acusación en los primeros días de octubre. Ante el hecho, Pinedo Cornejo se mostró inconforme ya que, dijo, prefería que la juzgadora lo encontrara inocente.
El mismo 19 de septiembre, Benavides González renunció a la jefatura de la Policía Municipal argumentando razones personales, pero archivos periodísticos establecen que regidores y representantes de sectores sociales estaban solicitando su salida debido a los pobres resultados que obtuvo en su gestión.
El funcionario se retiró antes de que concluyera la administración municipal del panista Gustavo Elizondo (1998-2001).
Una revisión a las hemerotecas revela que al nuevo jefe de la Policía Estatal Única también se le vinculó con la desaparición y el asesinato en mayo de 1993 de Felipe Javier “El Negro” Lardizábal Hernández, un agente encubierto de la PJE, corporación de la que entonces era director.
De acuerdo con lo documentado por estos archivos, colaboradores de Benavides González, como Roberto Corral Barrón (marzo del 2002) y Francisco Javier Sánchez Martínez (julio de 1998), fueron ejecutados por asuntos relacionados con narcotráfico. (Con información de Heriberto Barrientos, Patricia Mayorga, Fernando Aguilar)
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