Salud Ochoa/
El Diario
Naica, municipio de Saucillo— La comunidad de Naica, ubicada en el centro sur del estado, a 130 kilómetros de la ciudad de Chihuahua, se ha convertido en un “pueblo de mujeres solas” debido al éxodo masculino que se generó luego del cierre de la mina, en el 2015 y el consecuente despido masivo de trabajadores.
El 30 por ciento de los hombres se fue a trabajar a otras minas, algunos dentro del estado de Chihuahua, pero otros tuvieron que emigrar a Sonora, Durango, Zacatecas e incluso Oaxaca.
Los que no se fueron son hombres adultos mayores, que por la edad o las enfermedades, no han podido emplearse en ningún lado.
Las mujeres se han quedado al frente de la casa y han debido salir a trabajar para solventar los gastos cotidianos de los hijos, el esposo que no tiene trabajo y en algunos casos hasta de los padres.
Lo anterior ha dado paso a problemas sociales, de salud, familiares y de pareja porque nadie estaba preparado para hacer frente a lo que la gente llama “un terremoto social”.
“Las mujeres son las que están sacando adelante a las familias, pero hay casos en los que aunque quieran salir a trabajar, no pueden hacerlo porque no tienen quién les apoye con el cuidado de sus niños. Muchas han caído en depresión a causa de la desesperación”, coinciden diversas voces.
En medio de este panorama, Daniela relata que luego del cierre de la mina, “los primeros días todos estábamos bien porque teníamos el recurso de la liquidación, algunos arreglaron su casa pero luego empezaron a darse cuenta que el dinero no duraría y empezaron a buscar trabajo en otras minas porque era lo único que habían hecho durante años. Había otros que tenían muchas deudas y con ese dinero las pagaron y se quedaron sin nada”.
Ante la ausencia de los hombres o la falta de trabajo para ellos, la maquila se convirtió entonces en la única opción para las mujeres y tuvieron que tomarla porque, “somos las que cuidamos a los hijos y sabemos que no podemos dejarlos con hambre”.
Cada día, alrededor de las 14:00 horas salen de Naica hacia Delicias un promedio de ocho camiones llenos de mujeres que ofertan mano de obra para sobrevivir, algunas trabajando dobles turnos o empleándose medio tiempo en el servicio doméstico para completar el recurso económico necesario.
“Algunos hombres se fueron a trabajar a otro lado, otros no tienen trabajo y hay muchas madres solteras. Todas tienen que trabajar, y eso no es malo, el problema es que todo la responsabilidad ha caído sobre las mujeres”.
A lo anterior, dice Daniela, se suma la separación de las familias porque, “por un lado el marido está fuera de casa un mínimo de 20 días y regresa una semana en el mejor de los casos, en otros, hay quien sólo viene cada dos meses e incluso hay hombres que se fueron y abandonaron de manera definitiva a la esposa e hijos. Además, si tomamos en cuenta que las mamás casi no ven a los niños, el problema se hace mayor”.
Y es que de acuerdo con diferentes mujeres afectadas por la situación, deben salir del pueblo a las dos de la tarde para regresar alrededor de la 1:30 de la mañana por lo que la convivencia con los menores se ha reducido sustancialmente.
“Llegamos a la una y media de la mañana y ellos ya están dormidos, sólo los vemos a la hora del desayuno, unos minutos antes de que se vayan a la escuela; allá permanecen toda la mañana y cuando ellos regresan nosotros ya nos estamos yendo. El resto del día, ellos se quedan con familiares o los más grandecitos solos”.
Andrea, es otra mujer que ha debido incorporarse a la vida laboral ya que su marido aún no ha logrado conseguir trabajo por lo que ella es ahora la que se encarga de llevar el sustento al hogar donde también viven sus padres.
“Por las mañanas trabajo haciendo la limpieza en dos casas y por la tarde me voy a la maquila; llego a la una y media de la mañana y tengo que levantarme temprano para iniciar de nuevo. Duermo un promedio de cuatro a cinco horas diarias”.
Lo anterior dice, ha ocasionado roces de pareja debido a la tensión que existe al ser ella la “proveedora” y su esposo quien está en casa.
A Daniela y Andrea se suman Marta, Margarita, Elena y muchas más, cuya historia se replica y en algunos casos se agudiza porque hay quien no ha tenido dinero ni para inscribir a los hijos en la escuela.
“Las autoridades dicen que las maquilas son la solución pero se necesita una fuente de trabajo aquí en el lugar, para que no tengamos que estar viajando todos los días, porque también es riesgoso para nosotras. El camión se descompone a veces, la carretera está en malas condiciones y generalmente sola. Nosotros sí estamos dispuestas a trabajar y la prueba está en que en cuanto se anuncian plazas vacantes, las mujeres de Naica somos las primeras que vamos, pero quisiéramos un trabajo más cerca y mejor remunerado para no vernos en la necesidad de tener dos o tres empleos para sobrevivir porque el salario en la maquila era de 700 pesos por semana, ahora nos dan un bono de 250 pesos pero igual, es insuficiente”.
Para saber
• Pertenece al municipio de Saucillo y está a 10 kilómetros de la cabecera municipal y a 40 kilómetros al sur de Delicias
• Tiene 4 mil 938 habitantes, de acuerdo con el Inegi
• El promedio de hijos por familia es de 2.61
• El porcentaje de analfabetismo entre los adultos es del 2.39% (2.23% en los hombres y 2.55% en las mujeres)
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