Estado

‘Espero a mi hijo todos los días’

Salud Ochoa/
El Diario

2016-08-30

El 29 de agosto del 2015 Carlos Antonio Perales Carrera, de 28 años de edad, desapareció junto a otras seis personas con los que trabajaba en la colonia Lebarón, municipio de Galeana.
Un año después, sin haber tenido ningún indicio de su vida o muerte, Yesenia Carrera —madre de Carlos— dice que cada día espera que su hijo le llame y cada día también, acude a la Fiscalía en busca de una respuesta que no ha tenido.
“Este año ha sido el peor para mí, no hay motivos para ser feliz. Quiero a todos mis hijos pero con él me distinguía más porque era el mayor, el único hombre y como su padre nos abandonó él era como el papá chiquito. Siempre me decía que me quería mucho y que yo podía salir adelante y ahora no está para darme ese cariño, la mano que siempre estaba junto a mí. Sólo sé que lo extraño mucho y quiero que ya regrese”.
Con la voz entrecortada Yesenia dice que el proceso de búsqueda ha sido muy lento porque no tiene los recursos suficientes, no hay vehículos ni gasolina para que sigan buscando.
“Queremos a nuestros hijos vivos. Que la gente se una a ayudarnos. Qué bueno que mucha gente no está en el lugar en el que estamos nosotros y quiero que esto que hacemos sirva para que ya no haya más desaparecidos y que quien se los haya llevado tenga el valor de soltarlos, que sepan que tienen una familia que los ama y los necesita”.
“Sé que está vivo, algo me lo dice. Dios me manda palabras para que siga siendo fuerte, pero ¿Dónde y cómo está?
Además de la ausencia de Carlos, Yesenia ha debido enfrentar las enfermedades y los apuros económicos ya que debió apoyar a su nuera y nieto que se quedaron en el desamparo.
“Mi vida cambió mucho, emocional y económicamente. Tengo una hija en la universidad y debo cubrir sus estudios y en un principio ayudar a mi nuera porque ella no trabajaba. El cáncer de tiroides que padecía lo he superado pero el tratamiento me dañó la glándula que genera calcio y ahora es posible que me dé osteoporosis. Me duelen mucho los huesos pero yo no voy a dejar de buscar a mi hijo. Participaré en la marcha con todo y mis dolores porque no me puedo detener. Sólo le digo al gobernador que le cambio a mi hijo por el suyo ocho días para que vea lo que se siente”.

Cronología
• Al inicio del 2015, el mismo grupo de trabajadores desaparecidos, había instalado otras antenas de comunicación
• A mediados de año les llamaron para instalar la de Lebarón
• Antes de la desaparición tuvieron 12 días de descanso porque no había material
• El 21 de agosto Carlos le informó a su madre que le llamaron para que regresara a trabajar
• El 22 de agosto viajó a Lebarón
• Durante los siguientes siete días madre e hijo tuvieron comunicación
• El viernes 28 de agosto fue la última vez que habló con Yesenia por teléfono. Le dijo que volvería el jueves siguiente
• El 29 de agosto, viajaron a Buenaventura a recoger un dinero que les depositó el patrón
• El 4 de septiembre una vecina le dice a Yesenia que habían desaparecido
• El 5 de septiembre interpusieron la denuncia en la Fiscalía
• Viajaron al noroeste pero no les permitieron el acceso al campamento. La Policía les mostró fotos sin aparentes señales de violencia.

En corto
• En Lebarón se colocaba una antena con recursos de la Iniciativa Mérida que otorga materiales y equipo al Gobierno
• Los trabajos son supervisados por el Departamento de Estado de EU
• Cuando las siete personas desaparecen, retiraron a todos los trabajadores por orden del Consulado estadounidense
• Hubo una información al interior del Gobierno en la que se decía que habían aparecido muertos pero oficialmente nunca se presentó a nadie, por eso siguen en calidad de desaparecidos

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