Patricia Mayorga/
El Diario
Chihuahua— A ocho años de la masacre de Creel, en el municipio de Bocoyna, un grupo de jóvenes del grupo Reco, elaboró y entregó a la comunidad y a los familiares de los 13 hombres asesinados, un mural que dará vida a la Plaza de la Paz, construida para exigir justicia y que no se dejen en el olvido.
Los cuatro jóvenes, académicos e investigadores de la Universidad Autónoma de Baja California y de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM), se acercaron desde hace un año con los familiares de los jóvenes asesinados el 16 de agosto de 2016, entre quienes se encontraba un bebé de once meses, y conocieron la inquietud por convertir a la Plaza de la Paz, en un verdadero símbolo de memoria de sus seres queridos.
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