Patricia Mayorga/
El Diario
Chihuahua— El joven rarámuri Gilberto Sánchez Cruz, quien tenía 18 años, desapareció el pasado 4 de junio en San Juanito, municipio de Bocoyna y su cuerpo fue localizado el viernes en el mismo poblado.
Sánchez Cruz era uno de los integrantes de la comunidad El Manzano, del municipio de Uruachi, que han sido desplazados por el crimen organizado desde hace más de un año. Era hijo de Cruz Sánchez Legarda, ex gobernador indígena y líder social de Rocoroivo en la comunidad El Manzano, a quien hace más de un año le mataron a otro hijo, Benjamín Cruz e hirieron a otro cuando defendían su poblado de un grupo de hombres armados y encapuchados.
Ayer, sepultaron a Gilberto Sánchez en una funeraria de San Juanito, entre frustración y dolor. Los otros desplazados de la comunidad viajaron para despedirlo. Uno de los integrantes de la comunidad, lamentó el abandono al que los han llevado y aventado lejos de la justicia, que no alcanzan a ver.
En marzo del año pasado, llegó un grupo de entre 50 y 60 hombres armados y encapuchados a la comunidad El Manzano, y los pobladores respondieron. Acostumbrados a amenazas y hostigamientos, se habían armado y defendieron su comunidad. El enfrentamiento duró siete horas. Los hombres armados dejaron el pueblo pero amenazaron con regresar más tarde, por lo que huyeron 36 personas. Resultó herido otro hijo de Cruz Sánchez.
Un mes antes, habían asesinado a Benjamín Sánchez, quien se negó a ser reclutado por el grupo delictivo y huyó, pero al regresar, fue asesinado, de acuerdo con la denuncia interpuesta ante la fiscalía.
En febrero pasado, asesinaron a otro joven de 18 años y otros 26 integrantes de la familia Girón, entre ellas niños y mujeres embarazadas, huyeron de la región, porque el mismo grupo delictivo llegó a amenazarlos a su domicilio.