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El Diario
Guadalupe— Las detonaciones despertaron a los vecinos de la calle Aldama del poblado Doctor Porfirio Parra, "Caseta", frontera con Fabens, Texas. El reloj marcaba apenas las 4:45 horas de este lunes.
Dentro de sus hogares varios hombres se preparaban para ir a trabajar en la construcción del puente internacional Guadalupe-Tornillo, una inversión federal que pretende impulsar la economía en esta región fronteriza.
Las mujeres despertaron temprano para preparar los alimentos de sus esposos cuando empezó la balacera.
"Todos terminamos tirados en el suelo, qué más hacíamos, no teníamos de otra más que tirarnos al piso y rezar", dice una vecina asustada.
Su esposo pudo salir a trabajar cuando observó que los militares ya tenían el control de la situación y llegaron más unidades a reforzar la seguridad, otra mujer narra que ella y sus hijos pasaron tremendo susto, porque estaban solos cuando empezaron a escucharse los balazos.
"Mi marido se fue a las 4:30 a.m., no escuchó los tiros", confía la mujer.
En esta comunidad prevalece el género femenino; muchas niñas huérfanas, jóvenes viudas, madres sin hijos o nietos, la mayoría de ellos muertos a causa de la violencia derivada del narcotráfico, la actividad que predomina en esta región al norte de Chihuahua.
Este importante punto fronterizo es motivo de disputa entre los dos grupos delictivos: "La Línea", brazo ejecutor del cártel de los Carrillo Fuentes y "Gente Nueva" al servicio del cártel de Joaquín "El Chapo" Guzmán, a decir del personal castrense aquí apostado.
Por eso "aquí las balaceras son comunes, dicen las mujeres entrevistadas.
"Era algo que ya esperábamos, ya se oía que esto iba a pasar", declara una mujer mayor alterada por el enfrentamiento ocurrido esta madrugada entre presuntos "Aztecas" y militares.
"En el pueblo se decía que esto iba a pasar, desde ayer se empezó a decir que se iban a topar", dice la vecina.
Los datos oficiales refieren que durante el transcurso de la madruga elementos del Ejército Mexicano sostuvieron un enfrentamiento a mano armada con tripulantes de dos vehículos, sin embargo, los integrantes del grupo armado huyeron.
En el cruce de las calles Ignacio Aldama e Ignacio Allende, del Barrio Aldama quedaron dos camionetas con orificios de bala, se trata de una Suburban modelo 2002 con matrículas de Texas y una camioneta doble cabina color blanco.
"Ahí vivían varios muchachos, todos tatuados, que eran 'Aztecas'. Tenían poco tiempo aquí", agrega la entrevistada.
Los vecinos poco a poco se acercan a este punto donde los soldados instalaron un dispositivo de seguridad mientras esperan la llegada de los agentes federales.
Se les espera desde las cinco de la mañana y aún no llegan.
"Las cosas aquí están bien mal, necesitamos más seguridad, mire nada más cómo está solo el pueblo", exponen las vecinas para luego dar por terminada la entrevista e irse a su casa.
La calle Aldama es la última vialidad de lado mexicano, pero en ella radican un alto porcentaje de ciudadanos americanos. La doble nacionalidad es común en esta comunidad.
"Ayer conté 50 niños en la calle, aquí están con sus madre o sus abuelos de vacaciones y andan todo el día en esta calle porque era la más tranquila, ahora esperamos que nos den más seguridad, dice una madre de familia que observa sobrevolar el helicóptero de la Patrulla Fronteriza.