Orlando Chávez Echavarría/
El Diario de Chihuahua
Chihuahua— El Fideicomiso para la Atención a las Víctimas de la Violencia está por agotar los 100 millones de pesos que le fueron asignados en el 2011.
Por el momento el Fideicomiso apoya a ocho mil 400 jóvenes y niños, quienes reciben ayuda psicológica, así como becas para que puedan seguir sus estudios.
Javier Tagle, director del Fideicomiso, explicó que el respaldo dado a las víctimas de la violencia supera los 300 millones de pesos, ya que se ha logrado gracias a las gestiones con diversas instancias.
Hace días el Fideicomiso publicó una licitación para la compra de siete mil pares de zapatos y una cifra igual de tenis, los cuales serán entregados para el próximo ciclo escolar, pero según Tagle, esto es solamente una parte de los apoyos que se entregan cada año a los hijos de víctimas de la violencia, el cual tiene registrados a 8 mil 395 niños, los cuales son atendidos psicológicamente, además de que tienen becas para seguir sus estudios.
Mencionó que la administración del fondo de 100 millones de pesos ha permitido que el dinero haya alcanzado para cuatro años, pero están al límite de que se agote, por lo que en poco tiempo será necesario pedir una ampliación para seguir operando. “No vemos problema para que se apruebe, debido a que el trabajo que se ha hecho ha sido completo”, dijo.
Expresó que cada año se ha dado una baja constante en el número de expedientes que son recibidos, los cuales suman poco más de cuatro mil, lo que representan los ocho mil 395 niños y jóvenes.
Dijo que el fideicomiso está conformado para que siga operando por más años, aunque esa será una decisión de las siguientes administraciones. “Creemos que se le dará seguimiento por el trabajo que se ha realizado, pero eso será decisión del próximo Gobierno”, añadió.
El Fondo empezó a operar en el 2011, como parte de una estrategia para apoyar a las víctimas de la violencia, especialmente a los niños que perdieron a uno de sus padres, con el objetivo principal de que siguieran sus estudios y pudieran superar los traumas sicológicos que les dejó la ola de inseguridad que azotó a la entidad hace varios años.
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