Victor Hugo Valdovinos/
El Diario
Nuevo Casas Grandes– Una niña de 3 años que el lunes por la noche se atravesó al paso de un vehículo, murió a causa del atropello, sin embargo, la conductora no fue detenida, lo que generó controversia e indiganción entre los vecinos de la colonia Obrera.
La Dirección Municipal de Tránsito y Vialidad determinó que la conductora no tuvo responsabilidad, al contrario, fue afectada por la omisión de cuidados de los padres que dejaron a la niña sola en la calle.
Por el contrario, la Fiscalía rechazó el acta de hechos considerando que la corporación debió consignar a la conductora por el delito de homicidio imprudencial.
El director de Tránsito y Vialidad, Francisco Javier Armendáriz Varela, explicó que aunque el caso es lamentable a nivel social, la ley es muy específica en estos casos.
De acuerdo al Artículo 61 del Reglamento Municipal de Tránsito, amparado por la Ley General de Tránsito vigente sobre “las obligaciones para peatones y personas con capacidades diferentes”, en su fracción primera señala que “se debe transitar exclusivamente por banquetas y acotamientos y en caso de que no existan, deben hacerlo por la orilla de la vía pública”.
Además, en la fracción tercera de ese artículo, señala que los peatones “deben cruzar las calles exclusivamente por las esquinas o en un cruce peatonal y que deben evitar atravesarlas corriendo”, esto para evitar sorprender a los automovilistas aún y que lo hagan por un paso peatonal.
Por último, la Fracción Octava indica que “los menores de 10 años, así como las personas con capacidades diferentes y los adultos mayores, al desplazarse por la vía pública deberán hacerlo acompañados de un adulto que cuide de su seguridad”.
El accidente
En el caso ocurrido el lunes a las 9:10 de la noche, se informó que fueron los padres de la niña María Valeria, de 3 años, quienes omitieron esas fracciones en el Artículo 61 del Reglamento de Tránsito, pues mientras la madre platicaba con unos vecinos en la Avenida Emiliano Zapata, su hija estaba jugando en medio de la vía pública, entre la Francisco I. Madero y el Callejón Ahumada.
Para aumentar el grado de riesgo que llevó finalmente a la tragedia, a esa hora que ya estaba oscuro cuando la niña salió corriendo de entre los arbustos.
La conductora Carmen Leticia Vélez, de 45 años, que circulaba de poniente a oriente ni siquiera la vio y se dio cuenta de que “había agarrado algo con las llantas” ya cuando su auto Toyota brincó.
La mujer esperó a que llegaran los agentes de Tránsito, quienes tuvieron que retirarse porque la gente comenzaba a enardecerse.
La conductora en tanto, estaba en las oficinas de la Comandancia de Tránsito cuando se escuchó por la frecuencia de la corporación que la niña había fallecido y entonces entró en shock, por lo que pasaron tres horas para que pudieran tener alguna declaración de ella.
En atención a lo que está estipulado dentro de la ley sobre las obligaciones de los peatones y los derechos de los conductores, Tránsito explicó a la Fiscalía que “la conductora está libre de toda responsabilidad, y que el haberla detenido por un delito que en el reglamento no existe, habría resultado en la detención de los agentes de Tránsito por el delito de abuso de autoridad”.
En todo caso, se concluyó que quienes deberían ser detenidos por la autoridad competente son los padres de la menor, pues son ellos quienes al descuidar a la niña y dejarla de noche sola, en medio de la carretera jugando entre unos arbustos, originaron que se diera el accidente.
Atendiendo el reclamo social por el hecho de que una niña de 3 años murió arrollada, la Fiscalía comenzó ayer a estructurar la carpeta de investigación por el delito de “homicidio imprudencial”, sin el aval de la Dirección Municipal de Tránsito y Vialidad según fue notificado ayer mismo a través de su asesor legal sobre el seguimiento a este caso.