Patricia Mayorga/
El Diario
Chihuahua— El Congreso del Estado vivió una de las jornadas más controversiales en años, debido a que los legisladores panistas tomaron la presidencia del Poder Legislativo en medio de gritos y con el uso de matracas.
Desde el área para los asistentes, decenas de simpatizantes, encabezados por el presidente estatal del partido, Mario Vázquez, gritaron diversas consignas como “no más diputados” y “consulta”; los ánimos entre los diputados llegó al grado que Rogelio Loya, del PAN, y Fernando Reyes, de Movimiento Ciudadano, estuvieron a punto de irse a los golpes.
La sesión al parecer iba a desarrollarse de manera tranquila. Se esperaba que al llegar al punto de la reforma electoral habría debate, pero la reacción de los legisladores panistas superó lo esperado.
Y es que como si se tratara de una fiesta sorpresa, los diputados sacaron matracas de cualquier parte, mientras que entre los asistentes las cartulinas con mensajes contra la reforma se multiplicaron; el ruido se apoderó del recinto y fue imposible escuchar lo que decía el presidente del Congreso, César Pacheco.
Pasaron los minutos y el desconcierto entre los legisladores priistas y de otras fracciones era evidente. Les tomó tiempo asimilar lo que estaba pasando y optaron por retirarse, no sin antes declarar un receso.
Mientras que los diputados que querían votar la reforma estaban reunidos, en la tribuna Maru Campos, diputada panista, expresó que llegaron a esa instancia debido a que sus opiniones no eran tomadas en cuenta en la Junta de Coordinación Parlamentaria, a la vez que los otros legisladores analizaban la situación y planeaban enviar a uno de ellos para que se informara de la siguiente jugada de sus compañeros de Congreso.
A los diez minutos los diputados que estaban en reunión salieron y poco a poco se acomodaron en sus curules, pero un grupo de legisladores se quedó cerca de Camacho, mientras esperaban que les entregaran micrófonos ya que los panistas desconectaron el equipo de sonido.
En un movimiento estratégico, Pacheco pasó por detrás de la tribuna y subió por el costado menos vigilado, dijo algunas palabras inaudibles y pasó la responsabilidad de la lectura de la reforma a la diputada Laura Domínguez, quien estuvo protegida por sus compañeras.
En ese momento el ruido de la protesta se incrementó y los panistas dieron con más fuerza vueltas a las matracas. La proximidad de Loya a la diputada Teporaca Romero provocó que Fernando Reyes, de Movimiento Ciudadano y esposo de Romero, subiera a la tribuna y la advirtiera a Loya que tuviera cuidado y no fuera a golpear a la legisladora.
Esto generó que se dijeran varias cosas, al grado que casi llegan a lo físico, al mismo tiempo otros diputados del PRI se enfrentaron con palabras a simpatizantes de Acción Nacional que les gritaban de todo.
Pasados los minutos, Domínguez terminó la lectura y en medio de señas y de leer los labios indicó que se podía proceder con la votación. Los legisladores votaron lo que entendieron, algunos por poco votan dos veces, tanto a favor como en contra, pero finalmente la reforma se aprobó, mientas que los militantes panistas les gritaban “traidores”.
El coordinador de los legisladores panistas, César Jáuregui Moreno, informó que promoverán una acción de inconstitucionalidad, ya que tienen como evidencia los videos, pero también por lo que aprobaron que limita la participación de ciudadanos a las candidaturas independientes y no la ajustaron a la reforma federal.
“El PRI acaba de dar una muestra de intolerancia inaudita”, dijo Jáuregui y a su vez, el coordinador del PRI en el Congreso, Rodrigo De la Rosa, acusó a los panistas también de intolerantes.
El presidente del Congreso, César Pacheco, señaló que demandarán al PAN ante la Fiscalía por los destrozos que hicieron, como descomponer micrófonos y el aparato de audio, pero los panistas dijeron que no descompusieron nada, lo único que pidieron fue apagar el audio.
Las consignas que se veían en el recinto por parte de los militantes y diputados panistas fueron: “No más diputados”, acompañados de pancartas de los siete diputados que tomaron los diferentes espacios de la mesa directiva en tribuna y que decían: “No queremos más títeres en el Congreso”, “Gobernador: ¡deje de ordenar en el Congreso! Fuera”, “Autonomía en el Legislativo”, “Basta de partidos comparsa”, “No a la ley anti Bronco”, “Esta tribuna está tomada, aquí nos vamos a quedar”, “El Pacto por México es el peor lastre del país”.
Luego apareció otro grupo más pequeño, perredista liderado por la presidenta del partido y diputada federal Crystal Tovar Aragón, con cartulinas con las frases: “No más pluris para el PAN” y “Panistas, por su culpa crece el Congreso. (O. Chávez/P. Mayorga / El Diario)