Luz del Carmen Sosa/
El Diario
Guadalupe— La desaparición o reestructuración de la Policía Municipal de Guadalupe será definida hasta mañana, cuando los agentes resuelvan si regresan a su labor preventiva o renuncian a su empleo.
En tanto, la seguridad pública está a cargo de la Policía Estatal Única, informó el presidente municipal del poblado, Gabriel Urteaga Núñez.
Hasta el pasado domingo la corporación preventiva estaba conformada por un director –Máximo Carrillo Morales– y cuatro oficiales, dos hombres y dos mujeres.
Luego de la privación de la libertad y posterior asesinato del jefe policiaco, los agentes rechazaron seguir trabajando ante el miedo de más agresiones.
Por segunda ocasión la Dirección de Policía fue desarticulada por la delincuencia organizada, sin embargo, el presidente municipal confía en constituir una vez más la corporación y brindar seguridad a la comunidad.
“Desde el lunes ya no regresaron (los oficiales), esperamos hasta el viernes para hablar con ellos y decidir qué va a pasar. No es fácil, nosotros queremos hacer las cosas con calma para no cometer errores, así lo hicimos hace año y medio cuando aceptó el comandante Máximo, íbamos muy bien hasta ahora que sucedió esto”, lamentó.
Los escenarios para Urteaga Núñez son complicados. De regresar el personal operativo deberá contratar a un director y prevé que no existan personas interesadas en ocupar el cargo. En caso de que el personal no vuelva deberá buscar, además de un jefe policiaco, a nuevos oficiales.
De contar nuevamente con el personal en la Dirección de Policía, se definirá si los elementos usan o no armas de fuego, ya que desde el inicio de la administración municipal se declinó su portación pese a que cuentan con armamento y el permiso.
Ayer el alcalde dijo que sea cual sea la decisión, la vigilancia continúa en manos de la Policía Única Estatal.
Cambian imagen
Ayer a marchas forzadas los empleados concluyeron los trabajos de embellecimiento de la avenida principal de la cabecera municipal de Guadalupe.
Decenas de propiedades ubicadas sobre esta arteria fueron remozadas por hombres, mujeres y adolescentes, que pintaron las fachadas de las tapias en ruinas que una vez fueron viviendas o prósperos negocios.
Poco antes de las 9 de la mañana terminaron la instalación del nuevo letrero en los límites entre Juárez y Guadalupe, que da la bienvenida a los visitantes.
Otras vecinas hablaron sobre el fuerte dispositivo de seguridad que rodeó al mandatario estatal.
“Se siente bien bonito ver a tanta policía en el pueblo, ojalá el gobernador se quedara a dormir una sola noche aquí, para que sepa lo que se siente vivir con miedo”, expresó la trabajadora de una florería de esta zona rural.
“Aquí hay mucha inseguridad, vemos a grupos armados en las calles”, señaló el padre de una estudiante del Colegio de Bachilleres.
Mientras las autoridades estatales y municipales participaban en los actos públicos programados con antelación, en el municipio de Praxedis G. Guerrero era velado el director de Seguridad Pública Municipal, Máximo Carrillo Limones, asesinado el pasado domingo. (Luz del Carmen Sosa/El Diario)
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