Estado

Exposición a metales en fraccionamiento del crimen causa agresividad: estudio

Patricia Mayorga
El Diario

2015-05-21

Chihuahua— Investigadores y derechohumanistas presentaron ayer a los regidores del Ayuntamiento de Chihuahua un estudio que evidencia la exposición de metales que mantiene en riesgo a los habitantes de Laderas de San Guillermo, fraccionamiento en el que asesinaron a Christopher Raimundo Márquez Mora.

Entre los metales se encuentran grandes concentraciones de plomo y advierten que una de las consecuencias por la exposición al plomo son conducta agresiva.
Los quejosos, que también acudirán ante en Instituto Municipal de Planeación, se basan en la tesis de doctorado de María del Rosario Delgado Caballero, “Riesgo ambiental y alternativas de fitorremediación de un sitio contaminado por residuos mineros”, publicada el año pasado.
La investigadora del Centro de Investigación en Materiales Avanzados de Chihuahua (CIMAV) realizó su estudio con el apoyo de la Unidad de Conservación y Recuperación de Suelos del Departamento de Medio Ambiente del CIEMAT.
Como muestra eligió San Guillermo, que dejó de funcionar hace más de tres décadas pero los jales de la mina quedaron abandonados y a la intemperie.
En esa parte de San Guillermo, ubicada a unos 200 metros del fraccionamiento de Laderas de San Guillermo, estudiaron el riesgo ambiental y la aplicabilidad de las fitotecnologías (fitoestabilización y fitoextracción), de acuerdo con las condiciones ambientales inherentes a cada uno de ellos.
La tesis muestra los métodos de extracción y procesado del mineral, y la problemática ambiental y para la salud humana de los depósitos de residuos mineros.
Como trabajo de investigación realizaron una red de muestreo en esa zona,  donde ha habido un aumento de población reciente y encontraron elementos como cadmio, plomo, mercurio, arsénico, hierro y zinc.
Tomaron  muestras  y analizaron el riesgo potencial para la población y posteriormente y diseñaron propuestas como la fitorremediación, usando especies vegetales de la zona y  elaboraron las recomendaciones de actuación para recuperar el ambiente del emplazamiento minero.
Delgado Caballero explicó que hay evidencias y estudio que advierten que el plomo es detonante de agresividad.
El plomo, señalan, puede ser encontrado en el cuerpo en niveles muy superiores a los encontrados en la antigüedad y los efectos son adversos en la salud de los adultos, pero principalmente en los niños.
Considera que e los niños están en mayor riesgo demostrar niveles elevados de plomo porque ingieren dosis más altas de suelo contaminado con plomo y el polvo que los adultos.
La absorción del plomo en el tracto gastrointestinal de los niños es más alto que en los adultos, se cree que el desarrollo de sistema nervioso de los niños es más vulnerable a los tóxicos efectos del plomo que el cerebro más maduro de los adultos. El daño neuroglógico se ha detectado en niveles de exposición, alerta.
“El plomo tiene efectos neuroquímicos en diferentes moléculas, células y niveles intercelulares. En dosis más bajas, que provoca la interrupción de los neurotransmisores. Los más afectos neurotransmisores son noradrenalina, dopamina, serotonina y acetilcolina, que son esenciales para la regulación de emoconvencional, las respuestas congnitivas y aparato locomotor”.
Un grupo deestudiantes de la Facultad de Ciencias Agrotecnológicas de la UACh, realizó un estudio de campo en los jales y  exmina de San Guillermo y localizaron residuos que se encuentran en forma abundante en todo el terreno.
Alrededor localizaron varios minerales en el ambiente y concluyeron que urge remediar el lugar, situación que no ha atendido las autoridades de ecología.
“Pudimos observar que la tierra se veía un poco dura como si fueran piedras, pero al momento de pisarla se deshacía; entre las distintas capas de tierra, había cambios de color a amarillo por la sal que mantenía este residuo, pues la sal se quedaba en la tierra y no era extraída, ahora estos residuos se encuentran en el suelo en grandes cantidades. Se podían notar cómo salían de la tierra, como si fuera espuma de entre las distintas capas”.
Tampoco encontraron signos de vida, es decir, ni insectos había en esa montaña de residuos. “Un compañero removió la sal con su pie y pudimos observar que en el fondo tenía un tono blando y olía mal, pudimos observar que es bastantes la tierra que está en ese lugar y que puede causar mucho daño a la población que ahí habita, pero lo más alarmante fue que a unos cuantos metros de la mina, está una escuela.
“Los alumnos respiran todos esos residuos que los dañan y les pueden causar enfermedades como cáncer de pulmón o agresividad, ésta última demasiado alarmante porque no tan lejos, está el Cereso, uno de los más importantes de Chihuahua, es el Cereso de Aquiles Serdán, los reos pueden respirar los contaminantes y no obstante, puede influir en su grado de peligrosidad o pero aún, las familias que habitan la colonia”, aseveran en el estudio.
Evidencian también que los habitantes desconocen el riesgo que tienen a unos pasos.
“Nadie les avisó de lo peligroso que sería vivir en ese lugar, sólo compraron o rentaron esas casas”.

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