Francisco Córdova Hernández
El Diario
Chihuahua— Más de 37 horas de angustia vivió Tania Concepción Mora Alvarado, madre de Christopher Raimundo Márquez, “El Negrito”, quien desapareció el jueves por la noche. Angustia que se transformó en inmenso dolor la mañana de ayer en que fue encontrado sin vida en un arroyo, detrás del Cereso.
El jueves, pasadas las ocho de la noche, Concepción Mora se encontraba en el pórtico de su casa viendo jugar a su pequeño, de apenas seis años de edad, con un vecinito.
“Es un niño muy sociable, le gusta tener muchos amigos”, le describió la mañana del sábado, a escasas dos horas antes de que la Policía acudiera a su casa para notificarle del hallazgo de un cadáver que presumieron podría ser el de su hijo.
Siendo las 10 de la mañana de ayer Concepción aún albergaba la esperanza de encontrar al “El Negrito”. Frente a su domicilio la madre narró cómo ocurrió la desaparición.
“Todo fue muy rápido en 10 minutos que me metí a apagar una olla de frijoles, ya no estaba”. Ese mismo jueves pasadas las nueve de la noche comenzó la búsqueda del pequeño. Al principio buscándolo como cualquier madre preocupada porque su hijo no estuviera haciendo alguna travesura.
Al pasar las horas, por las calles vacías la desesperación aumentó. Después de una búsqueda por las calles aledañas apoyada por amigos y vecinos decidió comunicarse a los números de emergencia para reportar a su hijo perdido.
El viernes fue un día con una mezcla de desesperación y esperanza, pues aún no había pasado mucho tiempo desde la última vez que fue visto.
“Salí a buscarlo calle por calle, casa por casa, por arroyos y cerros”, afirmó Concepción.
Las calles de la colonia se inundaron con volantes de la imagen del pequeño al igual que las redes sociales. Todo el fraccionamiento se sumó a la búsqueda.
“Es el primer caso en la colonia del que se tiene conocimiento”, platicó la encargada de una tienda de abarrotes cercana a la casa de Christopher, quien también dijo que hasta los proveedores le conocían y le regalaban dulces, panes o papitas.
La búsqueda se prolongó hasta el sábado y en el transcurso no se recibieron llamadas a los números proporcionados para cualquier información, hasta que por la mañana de ayer, los policías llegaron a la casa de Concepción para darle la trágica noticia.
A un costado del Cereso de Aquiles Serdán a varias calles de la casa de Christopher, se encontró un cadáver, que en el momento se presumió correspondía al del pequeño, hipótesis que fue confirmada más tarde.
En el lugar de los hechos, oficiales de distintas dependencias acordonaron la zona para evitar el paso de curiosos que se reunieron alrededor del caudal con el fin de ver lo que había pasado.