Estado

Rehabilitan a adictos de 9 años y plagiarios de 13

Lourdes Díaz López
El Diario

2015-01-31

Chihuahua– Un grupo de más de 100 menores de edad participaron ayer en pláticas sobre prevención y consecuencias de las adicciones, como parte del programa “Rescatando Lazos Familiares” del Departamento de Trabajo Social de la Dirección de Seguridad Pública Municipal, en el cual procuran rehabilitarlos de indisciplina, adicciones y en algunos casos hasta de la delincuencia a los adolescentes que van de los 13 a los 16 años.
Un menor de 13 años y otro de 16, son parte del grupo de adolescentes que hacen trabajo social como parte de su rehabilitación, luego de participar en secuestros y que el juez les diera como sentencia 100 horas de servicio social, se encuentren vigilados en la calle, casa y escuela para constatar que lleven buenas calificaciones en la escuela.
Para Iris, una joven de 16 años que lleva 2 en rehabilitación, el acceso a las drogas lo tuvo desde los 9 años cuando empezó a consumir metanfetaminas, cristal y otras drogas que para comprar se reunía con un grupo de amigos y robaban, la adicción llegó a ser tan elevada que a sus 14 años estuvo a punto de morir por sobredosis.
Esta adolescente estuvo en un centro de rehabilitación, conoce la cárcel y después de pasar por varias crisis familiares, regresó a la escuela y ahora cursa el segundo semestre del nivel medio superior, “ahora quisiera estudiar Criminología”, comenta.
En su experiencia, dice, el consumo de droga se puede dar por falta de disciplina en el hogar, porque los padres están demasiado tiempo fuera de la casa, o porque son demasiado estrictos y los jóvenes lo que quieren es huir de un ambiente que no es agradable, “en mi caso yo me iba de la casa sin pedir permiso ni nada, porque no quería estar oyendo a mi mamá renegar todo el tiempo, ella siempre estaba enojada”.
Cuando estuvo en riesgo su vida por una sobredosis, a los 14 años, pudo empezar a hablar con su mamá, la relación mejoró mucho con la comunicación y ahora está de acuerdo en que debe tener un mejor plan de vida.
Otro caso es el de Fernanda, de 13 años, quien llegó a manos de la policía por hacer graffiti en espacios públicos, pero la Unidad de Atención a Pandillas le ha dado seguimiento porque ha intentado suicidarse dos veces, ella viene de voluntaria y porque sus padres pidieron ayuda al Departamento de Trabajo Social de la Dirección de Seguridad Pública.
Entre los más de 100 jóvenes que ayer acudieron a recibir una plática por parte de Érika Flores, del centro de rehabilitación “Capa”, los adolescentes dieron su testimonio, algunos que de plano están porque sus padres no saben qué hacer con ellos, no quieren estudiar ni trabajar, otros porque consumen drogas y otros porque de plano han participado en robos con violencia o delitos aún más graves.
Para el policía segundo, Francisco Cisneros Prieto, quien trabaja en la Unidad de Atención a Pandillas los factores para que un adolescente termine como infractor o delincuentes, son muchos, pero especialmente cuando son hijos de familias desintegradas, hijos de madres solteras que tienen que trabajar y pasan mucho tiempo solos, toman influencias externas y malas amistades. En otros casos, porque los propios padres ponen el mal ejemplo, consumen alcohol en casa, drogas y su vida en general es un desastre, para educar bien a un adolescente sin duda lo primero que aplica es el ejemplo en casa, comenta el policía.

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