El Diario de Parral
2014-12-06
Hidalgo del Parral.- Durante los trabajos de excavación para la adecuación del antiguo Teatro Hidalgo, fueron localizados huesos humanos en algunas partes de donde se realiza la obra, situación que originó que las labores hayan sido suspendidas hasta que inicien las investigaciones antropólogos forenses y personal del Instituto Nacional de Antropología e Historia.
El hallazgo se dio en el lugar en donde se está construyendo una escalinata, en donde al remover el escombro con una máquina pesada salieron a relucir varios huesos aparentemente humanos que pertenecieron a al menos dos personas.
Se trata de pedazos de cadera, fémur e inclusive piezas dentales.
El director de Obras Públicas del Municipio, Luis Saénz, informó que ya se encuentran en Parral trabajadores del INAH, quienes analizan el lugar del hallazgo y los restos localizados.
El hallazgo causó desconcierto entre los trabajadores y vecinos del lugar, incluso varias leyendas por los lugareños de más edad fueron recordadas.
Ante esta situación, las autoridades municipales han dado parte a las instancias correspondientes para que inicien una investigación.
En 1690, el edificio que alberga el histórico Teatro Hidalgo, ubicado en el barrio de Triana, pertenecía al convento y templo de San Francisco de Asís.
En 1865 las tropas liberales al mando del general Donato Guerra lo profanaron, convirtiéndolo primero un cuartel y posteriormente en centro de zarzuela.
Durante el porfiriato se levantó en ese lugar el Teatro Hidalgo, respetando los muros exteriores, habiendo sido donado por el gobierno federal, el cual se inauguró el sábado 25 de agosto de 1906, por el gobernador don Enrique C. Creel.
Este teatro, moderno en aquel entonces, se estrenó con la obra Guissepe Verdi “Il Trovatore".
A principios de los años 20, tuvo una exitosa actuación en este lugar la gran cantante española Josefina “Pepita” Envil, quien sería la madre del célebre tenor Plácido Domingo.
Este hermoso edificio fue otra de las hermosas obras del arquitecto francés Federico Gabriel Amérigo Rouvier, está ubicado actualmente sobre la calle Independencia antes llamada calle San Franciscano.
Este hallazgo ha despertado la curiosidad de decenas de vecinos de uno de los barrios más antiguos de la ciudad, además el alimento de leyendas que narran como familias pudientes de la época sepultaban a familiares en sus mismas casas, entre otras.