Patricia Mayorga
El Diario
Chihuahua— “Hemos sido despojados de nuestra patria, forzadas a dejar nuestros hogares cuidando nuestra vida y seguridad. Fuimos víctimas de extorsión, de amenazas de muerte, de homicidios y tomamos la decisión de irnos”, refiere el grupo Mexicanos en Exilio.
El éxodo de juarense y habitantes del Valle de Juárez comenzó con la implementación del Operativo Conjunto Chihuahua.
Entre el 2008 y 2012, la zona más afectada fue el norte de Chihuahua, sin embargo, aunque en menor número, se han registrado casos de auxilio en 2013 y 2014.
La Universidad Autónoma de Ciudad Juárez, calcula que unas 55 mil personas ingresaron a El Paso, Texas, entre 2007 y 2009.
En la organización Mexicanos en Exilio, que no agrupa a todas las familias que huyeron para salvar su vida, hay más de 200 personas de alrededor de 20 familias, 26 a causa de homicidios registrados entre 2010 y 2013.
Mujeres que pertenecen a diferentes familias exiliadas, dieron su testimonio en el Tribunal Permanente de los Pueblos (TPP), de manera virtual y fueron presentados en la ciudad de Chihuahua.
Además de los testimonios presentados, hay historias emblemáticas como la familia Alvarado, que tiene desaparecidos a tres integrantes que son primos desde 2009, en el municipio de Buenaventura; además, la familia de la activista Marisela Escobedo Ortiz se encuentran en proceso de asilo político, mientras que su nieta Heriry (hija de Rubí Marisol Frayre Escobedo), vive con una tía en Estados Unidos, luego de permanecer varios años en un albergue en Houston.
Testimonios
Romelia Hernández Lara huyó con 25 integrantes de su familia a Estados Unidos en agosto de 2011 al no encontrar las condiciones para salvar su vida, luego de que un grupo armado allanó su casa y se llevó a su cuñado. Buscaron protección con los militares que tenían un destacamento cerca porque no había policías.
Luego de varios días, cuando vieron que los militares no los protegerían ni les ayudarían a salir del pueblo en el Valle de Juárez, su papá decidió llevarse a toda la familia para cruzar el puente hacia El Paso. “En el puente nos dividieron. Unos iban con visa y a otros nos dividieron en diferentes puentes”, recuerda. Ahora están en espera de la decisión de las autoridades americanas para ver si les dan el asilo político.
Rosa Cabrera, dijo que pertenece a la “familia Corral”. Ellos son de Guadalupe del Valle de Juárez. Relató que el 20 de enero de 2012 le llamó su suegra para decirle que varios hombres que decían que eran soldados, se habían llevado a su suegro.
Toda la familia se fue a Juárez con una prima del esposo de Rosa y ahí se quedaron mientras decidían qué hacer. Pusieron la denuncia y les aseguraron que buscarían a su suegro. “Teníamos miedo, esperamos días para ver si sabíamos algo. No supimos nada. Decidimos venirnos para acá (a Estados Unidos) el 15 febrero de 2012. Nunca dijeron ni supimos nada de la desaparición de mi suegro”.
Otro caso lo recordó Rosa María Salazar, a quien le asesinaron a un sobrino y a su esposo en el 2009 y en el 2010 mataron a su primo en una maquiladora. “Los asesinaron, se los llevaron y hasta ahora no aparece otro de ellos”.
Dos días antes de año nuevo, el 29 de diciembre de 2010, los amenazaron. “Nos amarraon, a mí me pusieron un cuchillo”, señala Rosa María Salazar con la voz entrecortada.
“Nos amenazaron con armas, se llevaron todo. Luego, en el 2012, como a la una de la mañana, entraron a mi casa varios hombres vestidos como e soldados. Nosotros fuimos, luego volvimos y estaban amenazando con armas todos los hijos… teníamos dos sobrinas y nos amenazaron a todos, buscaron por todos lados y se fueron y a mi hijo mayor lo busqué, me dijo mi hermana que estaba en otra casa, a las 3 de la mañana se llevaron a mi cuñado, hasta ahora no sabemos nada”, continúa la historia de terror.
“Lo que necesitamos más justicia, estamos supuestamente bien pero todavía tenemos familia allá. Ya no vive uno, tememos que hagan algo, que haya más garantías. No es justo, teníamos 23 años esforzándonos por lo que teníamos y nada”, pide la mujer que era comerciante en el Valle de Juárez.
Angélica Perea Villezcas también huyó en el 2012 con su familia. “Soy madre de familia, tengo cuatro hijos. Soy esposa de Martín Granmoreles que participó en una regiduría en el Valle de Juárez. Con la violencia tuvimos que venirnos a pedir asilo político para proteger la vida de mi esposo porque ya habían asesinado a dos regidoras y se soltó la violencia en nuestra región y tuvimos que venirnos para salvar la vida de nuestros hijos, para que tengan libertad”, aseveró.
A Angélica Perea le asesinaron en esa región a dos hermanos y a un sobrino el 27 de julio de 2010.
En junio de 2012, otra familia de más de 20 personas de Villa Ahumada, llegó a pedir auxilio en la delegación de la Procuraduría General de la República (PGR) y Minerva Patricia Parras, una de las integrantes de la familia, recordó que les mataron a varios familiares por no pagar cuota por extorsión.
“Veinte personas pasamos a Estados Unidos, víctimas de extorsión. A mi hermano lo mataron por no pagar cuotas, luego a mi sobrino, luego recibimos amenazas de que la siguiente era mi madre. Nos fuimos todos los hermanos a Estados Unidos. En Villa Ahumada, mis hermanos fueron ocupando puestos en presidencia, también pudo ir por ahí la persecución. Nosotros pensamos que no se nos ha hecho justicia y que es culpable el gobierno de México, de Chihuahua. Acá estamos endrogados, no tenemos derecho a la salud, ni a escuelas sólo a high scool, queremos justicia porque las autoridades son cómplices el crimen organizado”.
El presidente de la asociación Mexicanos en Exilio, Alfredo Holguín, también tuvo que huir con su familia en 2009. “Nosotros salimos huyendo en 2009, somos 15 personas entre hermanos, hijos, mi esposa, nietos, mi mamá. A mí me mataron a un hijo de 23 años, luego de extrorsionarnos vinieron las amenazas hasta que las fueron cumpliendo”, detalla.