Manuel Quezada Barrón
El Diario
Chihuahua— Concesionarios y representantes de la empresa CTC amenazaron ayer con sacar los camiones que dan servicio en las rutas alimentadoras en respuesta a la “requisa” de la ruta troncal por parte de Gobierno del Estado.
Advirtieron también que buscarán ampararse, porque “no van a dejar que el Gobierno del Estado asuma el control del ViveBús”, ya que con ello prácticamente los envía a la quiebra total.
Algunos concesionarios comentaron que si el Gobierno los obliga a únicamente atender las alimentadoras, mejor sacarán sus camiones del servicio para que la autoridad “vea cómo atender esas rutas y que no es tan fácil y redituable como dice”.
Comentaron que buscarán un diálogo directo con el gobernador César Duarte, pero también acordaron preparar una defensa legal como el amparo, así como las manifestaciones públicas para evitarlo.
En entrevista, se preguntaron por qué el Estado no deja la troncal a los concesionarios y controla las alimentadoras, las cuales están mal planeadas por la misma autoridad ya que de manera unilateral las proyectaron y resultaron un verdadero fracaso.
Ayer un grupo de concesionarios y miembros de la Coordinadora de Transporte Colectivo (CTC), se reunieron a puerta cerrada con el secretario de Desarrollo Urbano, Guillermo Márquez y el director del Transporte del Estado, Gustavo Morales para conocer los alcances de la llamada “requisa” y negociar algunos acuerdos, pero luego de dos horas de pláticas y no llegar a nada en concreto, salieron indignados.
Criticaron que no haya asistido a esa reunión el secretario general de gobierno, Raymundo Romero, o el mismo Gobernador César Duarte, y que hayan mandado a un funcionario que no tiene poder de decisión.
Tanto concesionarios como miembros de la Coordinadora de Transporte Colectivo salieron rumbo a la sede del Frente Unido de los Permisionarios Unidos del Transporte Urbano, donde por más de tres horas, a puerta cerrada, manifestaron su inconformidad y hasta enojo de las decisiones del Gobierno del Estado y propusieron diversas acciones a seguir, como es el recurrir al amparo que les permita detener la requisa y ganar tiempo para negociar mejores condiciones en el desarrollo del servicio.
En entrevista, Arturo Álvarez, concesionario dijo que definitivamente está mal que el Gobierno pretenda tomar la ruta troncal, ya que es lo único que está bien del sistema, dejando a los transportistas la operación de las alimentadoras, donde es lo que está realmente mal.
Planteó que eso se debe a que la Dirección de Transportes hizo la trayectoria de las rutas alimentadoras de manera unilateral y sin tomar en cuenta a los prestadores del servicio, que son los que conocen la necesidad de los usuarios.
“Es definitivo, no vamos a dejar que eso pase, porque nos afecta”, recalcó el concesionario, y anunció que se impugnará por la vía legal esa decisión para protegerse.
Dijo que no existe ningún acuerdo concreto entre autoridades, concesionarios y la misma CTC, por lo que el Gobierno sólo tomó la decisión de agarrar las riendas de la troncal, lo único que está bien en el sistema.
Si el Gobierno asume el control de las alimentadoras, sería diferente, ya que el problema no está en la troncal, sino en que las alimentadoras están mal.
A su vez, Mauro Pérez quien dijo que tiene más de 40 años prestando el servicio del transporte urbano, dijo que el problema que tiene ahora el sistema es que no estaban listos para empezar, pero la autoridad les ordenó que arrancaran como sea y ahora les echan toda la culpa a ellos.
Coincidió que en el manejo de las rutas nunca los dejaron intervenir y las autoridades hicieron todo, “repartieron todo el pastel”, por lo que el único error de los transportistas fue firmar, ceder y unirse en una sola empresa.
Indicó que los camiones que operan en la ruta troncal no se han pagado porque no hay entidad financiera que quiera hacerlo, y hasta la misma autoridad les advirtió que con las tarifas vigentes y las mismas alimentadoras no podrían pagarlos.
Ellos aceptaron arrancar el nuevo sistema obligados por la misma autoridad y dijo esperar que prive la razón y que el mismo Gobernador los convoque para preguntar qué hacemos, y no que les trate de imponer nuevamente qué hacer. “Si César Duarte tiene el deseo de ayudarnos o de fregarnos, lo va a lograr, así de sencillo”. Subrayó que en toda su vida de concesionario, nunca antes un Gobierno les había requisado el servicio y planteó que cuando Patricio Martínez sacó las rutas del Centro y las llevó calles abajo, se tardaron usuarios y transportistas más de dos meses para adaptarse, cuanto más tiempo se requiere con un cambio de todo el sistema.
Criticó que el Gobierno haya cambiado unilateralmente todas las rutas y les afectara el aforo que tenían de 800 a mil personas diarias con lo que obtenían hasta ocho mil pesos diarios de ingresos, pero con las modificaciones no se llega ni a 500 usuarios y por eso andan los camiones vacíos la mayor parte del tiempo.
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