Manuel Quezada Barrón
El Diario
Chihuahua— El seminarista chihuahuense Samuel Gustavo Gómez Veleta, de 21 años, fue secuestrado y asesinado a balazos por varios hombres que lo interceptaron en la comunidad de San Ignacio, municipio de Aldama.
El cadáver fue localizado en las inmediaciones del autódromo de Aldama el pasado lunes, reportaron las autoridades.
Ayer, poco antes de que fuera encontrado muerto Samuel, al inicio de la Misa Crismal y ante más de 120 sacerdotes y diáconos, así como cientos de fieles católicos, el arzobispo de Chihuahua, Constancio Miranda Weckmann, anunció desde el púlpito de la Catedral Metropolitana que el seminarista había sido “sustraído de su libertad, ha sido capturado, ha sido secuestrado” e hizo un llamado a los captores a tener bondad y misericordia y que lo entregaran.
Más tarde, consternado y con voz entrecortada, al terminar la eucaristía, el obispo anunció a la feligresía y sacerdotes que se encontró al seminarista sin vida, pero fue tal la algarabía por el hallazgo que no escucharon bien e irrumpieron con un fuerte aplauso, por lo que dijo en voz más alta que el joven estaba muerto; en toda la Catedral se escuchó un lamento y algunos rompieron en llanto.
De acuerdo con las investigaciones, el móvil de homicidio fue el robo de su auto, un Ford Fusion blanco modelo 2006, mismo que ya fue recuperado por la Policía.
Dos de los presuntos responsables ya se encuentran detenidos y al parecer falta un tercer involucrado, quienes también están siendo investigados con relación a un atraco y violación de una mujer que ocurrió el domingo pasado en el Bosque de Aldama, trascendió de manera extraoficial.
Samuel fue enviado a la comunidad de San Ignacio a su apostolado y la noche del pasado sábado, minutos después de las 23:00 horas, fue visto por última vez cuando se retiró de un domicilio.
El domingo por la mañana no acudió a desayunar a la casa de una familia, por lo que reportaron el hecho al párroco de San Jerónimo, Salvador Campos, quien a su vez interpuso la denuncia correspondiente.
Desde el domingo inició su búsqueda, pero fue ayer en la mañana cuando finalmente agentes de la Policía estatal lo encontraron sin vida.
La Policía acudió a la casa donde habitaba el seminarista y notó que un vidrio de una ventana estaba quebrado y el interior en desorden, sin embargo, se encontraba en el lugar un teléfono celular y una computadora, pero no el vehículo.
Samuel pertenecía a la parroquia de la Divina Providencia y fue uno de los 21 jóvenes que en julio de 2012 fue aceptado en el Seminario y el domingo 25 de noviembre del mismo año le fue impuesta su sotana.
Durante el año escolar 2012-2013 residió en el Seminario del Sagrado Corazón de Jesús.
‘Se adelantó el Viernes Santo’
Al iniciar la Misa Crismal de ayer, Constancio Miranda dijo que se había adelantado el Viernes Santo, ya que en medio de esa misa donde se bendice el Santo Crisma, el óleo de los enfermos y catecúmenos, el Señor les permitió probar un poco de su cruz anticipadamente.
Luego con voz pausada indicó: “nuestro hermano seminarista Samuel Gustavo Gómez Veleta, ha sido sustraído de su libertad, ha sido capturado, ha sido secuestrado”, luego se llevó la mano a la barbilla como meditando cada palabra e hizo un silencio. Saludó a los padres de Samuel, Gustavo y Norma.
Detalló que Samuel tenía 21 años y cumpliría los 22 en agosto próximo; cursaba el Primero de Filosofía y pertenecía a la Parroquia de la Divina Providencia.
Posteriormente hizo un llamado a los captores, a que tuvieran un momento de bondad y misericordia y lo dejaran libre, lo entregaran.
“Que sientan por un momento la valuación de su alma, que sepan que Dios los perdona si se arrepienten. Hago un llamado a los padres de estos captores, pídanles que lo dejen en libertad, a ustedes les pueden hacer caso estos captores”.
Enseguida y con voz fuerte, el clérigo hizo un llamado a las autoridades civiles, para que pongan todo lo que estaba de su parte para liberar sano y salvo a Samuel Gustavo.
Constancio Miranda afirmó que ya dio parte al Presidente de la República, al gobernador, al fiscal de la Nación y al del Estado, para que hagan lo que tengan que hacer.
Agregó que también hacía un llamado a todas las familias, a la Iglesia para orar y que se tiene que rescatar el valor y aprecio por la vida, rechazar toda violencia e invitar a la conversión y reconciliación entre todos.
Después de dar la bendición a los fieles y ministros de la Iglesia, anunció del hallazgo del seminarista muerto. Profundamente consternado ofreció los esponsales a Samuel, de quien dijo ya descansa en paz. (Manuel Quezada Barrón/El Diario).
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