Manuel Quezada Barrón
El Diario
Chihuahua— Cientos de indígenas que viven en 75 asentamientos en el Municipio de Chihuahua, iniciarán el próximo miércoles y hasta el sábado “una larga batalla del bien contra el mal” y de acuerdo a sus costumbres golpearán durante todos esos días sus tambores, danzarán y tomarán tesgüino para “Onorúame”.
Lo anterior lo informó Fernando Legarreta Huerta, párroco personal de San José de los Tarahumaras, quien detalló que en sus danzas, los hombres se pintan y usan colleras y con sus pies golpean a la tierra para acabar con el mal.
Detalló que dentro de la cultura rarámuri la Semana Santa comienza desde el ocaso del miércoles con el sonido de tambores tradicionales, preparan el cuerpo y el espíritu para las largas jornadas que se avecinan.
El Jueves Santo, por ejemplo, se reúnen temprano en las casas de los abanderados, donde los pintos, haciendo honor a su nombre, dibujan en todo el cuerpo manchas blancas con piedra de cal disuelta en agua que secan al sol o al calor de las hogueras en espera de la señal para salir a patear las calles terregosas con huaraches de suela de llanta y cuero. Algunos cargan un penacho de plumas de gallina o de pájaros.
Cada día de la Semana Santa tiene signos particulares, donde se acrecienta según su cosmovisión, la vivencia de este tiempo litúrgico tan importante para los cristianos.
Explicó que ellos tienen su propia realidad y expresiones muy válidas y las profesan desde la zona serrana hasta en los asentamientos que se tienen en las diversas zonas urbanas.
Fernando Legarreta dijo que dentro de su pastoral se busca respetar sus ritos y promover dentro de su religiosidad popular y que no pierdan su vida de fe como lo hacen en su propia zona serrana.
De hecho, dijo que con la autorización de la Santa Sede y del arzobispo de Chihuahua, los indígenas celebran la Vigilia Pascual durante la mañana del sábado y no por la noche como el resto de los creyentes.
Los rarámuris no celebran el Domingo de Resurrección, ellos terminan sus ritos el sábado a medio día con la quema de Judas, con lo cual, para ellos se termina todo mal y resurge el bien, y eso les habla de la resurrección.
Informó que esta celebración se llevará a cabo en el Estacionamiento de la Deportiva Sur a partir de las nueve de la mañana.
Subrayó que los indígenas tienen su propio rito religioso y abundó que ellos danzan a lo largo de diferentes fiestas durante el año, como por ejemplo en la festividad de la Virgen en su advocación de Guadalupe.
Informó que durante toda la Semana Santa los grupos indígenas se turnan el sonido del tambor y lo acompañan con el violín o la guitarra. También a través de la vestimenta se adentran a este misterio pascual.
El sacerdote dijo que durante los ritos sagrados, los indígenas beben tesgüino, y en eso falta una mayor orientación para que no se excedan y realmente puedan vivir a plenitud el tiempo litúrgico.
Desde el jueves santo, los indígenas muestran una fortaleza indescriptible, porque bailan, danzan durante largas horas sin parar.
Detalló que este año habrá celebraciones religiosas en los asentamientos denominados Carlos Arroyo en la Colonia Fundadores, Díaz Infante, en la Colonia Primero de Mayo; Pájaro Azul en Sierra Azul, La Soledad, ubicada en la Prolongación Nueva España y Periférico R. Almada, La Soledad en Privada de Tamborel y 38, así como el Oasis en Alfredo Chávez y Río Támesis.
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