Manuel Quezada Barrón
El Diario de Chihuahua
Chihuahua— Ni los pepenadores se salvaron de la reforma fiscal, ya que a partir del presente año están obligados a pagar impuestos y hacer sus respectivas declaraciones mensuales ante el Servicio de Administración Tributaria (SAT), dentro del esquema de personas físicas con actividad empresarial.
Lo anterior lo señaló el director de la Cámara Nacional de la Industria de Transformación (Canacintra), Luis Garzón Sánchez, quien consideró que es absurdo de que la autoridad fiscal pretenda que esas personas que viven al día con la venta de material reciclable de vidrio, cartón, plástico, alambre y aluminio, deban reportar a la Secretaría de Hacienda sus entradas y gastos.
Consideró que la mayoría de esas personas no se saben empresarios y no tienen ese perfil ya que carecen de planeación de negocios, ahorro, información contable y acceso a una computadora para cumplir con el pago de impuestos.
“Será interesante ver qué va hacer el SAT cuando esas personas no cumplan con el pago de impuestos, si para cobrarles señalará sus casas de cartón o viejos colchones como garantía de pago”, planteó.
También señaló que así como hay cientos de pepenadores trabajando en el basurero municipal, hay mucho más personas en la ciudad que recorren diariamente las calles para sacar de los botes de basura, antes de que pase el camión recolector, todo el material reciclable que puedan aprovechar para vender.
Esas personas también estarían obligadas a pagar impuestos conforme con las reformas fiscales, pero eso será mucho más complicado para las autoridades hacer valer la ley porque no tienen un lugar fijo de trabajo, ni dónde notificarlas.
Garzón Sánchez planteó que sería positivo que las secretaría de Hacienda y de Economía del Gobierno de la República emprendan un programa de organización de los pepenadores que laboran en el basurero municipal para que se constituyan como una empresa integradora.
De esa forma se podría incentivar la cultura empresarial de los pepenadores y de esa forma sí se les pudiera cobrar los impuestos que pretende recaudar la Secretaría de Hacienda.
Finalmente consideró que las autoridades hacendarias caen en un abuso extremo al pretender cobrar el Impuesto Sobre la Renta, así como el Impuesto al Valor Agregado a las familias que sobreviven de la basura.