Estado

Asesinan narcos a jefes indígenas por tierras, acusan

L. Díaz López/P. Mayorga
El Diario

2013-11-16

Chihuahua— Un grupo de gobernadores indígenas de siete comunidades serranas denunciaron ayer el asesinato de sus compañeros Jaime Subía Ceballos y Socorro Ayala Ramos, en hechos ocurridos hace unos días en la comunidad de Choreachi, municipio de Guadalupe y Calvo, quienes fueron asesinados por grupos del narcotráfico contratados por quienes tienen los aprovechamientos forestales en la región.
Lorenzo Moreno Pajarito, gobernador indígena; Emilio Enríquez Cruz y Alfonso Molina, comentaron que además de ser víctimas desde la década de los ochentas por el despojo de tierras en Guadalupe y Calvo, en Mogotavo y Barrancas del Cobre, ahora están siendo víctimas del crimen organizado para amedrentar a las familias que pelean sus tierras, asesinando a quienes luchan en contra del aprovechamiento forestal ilegal, “los narcos y los forestales se juntan”, por lo que ayer llevaron una solicitud a Gobierno del Estado para que intervenga en dicha situación.
“Ahora les pedimos que nos manden las leyes y nos dejen vivir agusto, porque si nos siguen matando,  la gente le teme y salen de su pueblo o se van a las barrancas, dejan sus costumbres tradicionales, dejan su escuela y los maestros tampoco van a trabajar agusto”, dice la petición que hizo el pueblo de Choreachi, en el municipio de Guadalupe y Calvo, a autoridades federales y organismos internacionales.
El oficio está dirigido al presidente de la República Enrique Peña Nieto; al secretario de la Defensa Nacional, Salvador Cienfuegos Cepeda; al presidente de la Comisión Nacional de Derechos Humanos (CNDH), Raúl Plascencia Villanueva; a Javier Hernández Valencia, representante en México del Alto Comisionado de la ONU para los Derechos Humanos y a Emilio Álvarez Icaza, secretario ejecutivo de la Comisión Interamericana de los Derechos Humanos (CIDH).
En voz del gobernador indígena Pajarito, advirtieron que los han amenazado y a los integrantes de 4º foro “Pueblos originarios de la Sierra Tarahumara en Defensa de Nuestros Territorios”, les pidieron que los apoyaran con su firma para la petición. Entre los asistentes estuvieron pueblos tarahumaras, warojíos, ódame y yaquis, de Sonora y Chihuahua.
“Los maestros se fueron de aquí el día 6 de septiembre por que el 5 de septiembre mataron a un muchacho que se llamaba Jaime Zubías Cevallos y los maestros no han vuelto desde entonces. En el día 5 de noviembre mataron a otro, a Socorro Ayala Ramos, y en ese caso la gente van a dejar sus casas, sus ranchos, danzas, sus costumbres antiguas, dejan su juego de carrera de bola, dejan donde ellos se reúnen,  dejan su bosque libre y pueden robar sus pinos”, les informan a las autoridades.
Su preocupación principal, es que las familias de las víctimas y las autoridades indígenas, han sido amenazados luego de que las autoridades de Choreachi, comenzaron a reunir firmas en el pueblo, para denunciar los asesinatos, “por lo que los mismos sujetos que  mataron a los finados, y comenzaron a perseguir y a amenazar”, señalan en el oficio.
Dan a conocer que han amenazado a su  gobernador Ángel Manchado Ramos y otros compañeros de Choreachi, entre ellos a Prudencio Ramos Ramos y han hostigado a las familias de las víctimas, como primos hermanos y otros parientes.
“Quienes suscribimos las autoridades yaqui, odami, warojío, asociaciones civiles que asistieron al cuarto foro de los pueblos indígenas en defensa de nuestro territorio, exigimos que se investiguen los asesinatos, se lleve a juicio a los responsables, se den medidas necesarias para garantizar la seguridad de autoridades indígenas y familias de víctimas, que se adopten las medidas necesarias para que cesen las persecuciones, amenazas y hostigamiento en contra de las familias de las víctimas y se dé garantía  a su vida”, solicitan a las autoridades, ya que las municipales y estatales no les han hecho caso.
En esa comunidad y otras de Guadalupe y Calvo, los indígenas luchan por defender sus tierras y también contra la tala de árbol. “También queremos que no tumben más pinos, los que tumban están amenazando en el pueblo”, indican.
Advierten además, que hay violencia generada por el narcotráfico, porque hay gente que llega de fuera, algunos de Bocoyna, Témoris, Batopilas, o de otros estados, para talar el bosque y ellos lo han impedido, pero viven en constante amenaza y miedo.
“Sabemos que están con ellos

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