De la Redacción
EL DIARIO DE CHIHUAHUA
Chihuahua— La Fiscalía General del Estado (FGE), descartó que en el ataque perpetrado contra empleados y clientes del bar “Mogavi” existiera algún antecedente previo de amenaza o intento de extorsión sobre el referido establecimiento.
Sin embargo, fuentes extraoficiales dentro de la FGE revelaron que el ataque pudo haber sido por cuestiones relacionadas con el narcomenudeo, sin embargo esa línea no estaba suficientemente fortalecida en la información obtenida dentro de la carpeta de investigación.
Trascendió que meses atrás un hijo del propietario del bar “Mogavi” fue asesinado en el exterior de otro bar ubicado en el corazón de la ciudad, por lo que hasta hace pocas semanas, el padre realizaba los trámites ante la Fiscalía estatal para intentar reclamar y recuperar el vehículo, propiedad de su hijo, asegurado en los acontecimientos.
El vocero de la Fiscalía General del Estado, Carlos González, informó ayer que el personal a cargo de la indagatoria continuaba integrando la carpeta de investigación, asimismo en el caso de los cuerpos de las víctimas éstos fueron entregados a sus familiares.
“No hay novedad, la carpeta de investigación sigue su curso, analizándose el entorno de las víctimas y recabándose toda la información al respecto”, dijo el portavoz.
En la Fiscalía Zona Centro trascendió que se levantaron entrevistas de algunos vecinos y testigos de los hechos, sin embargo había un gran temor por parte de éstos por colaborar con la autoridad, debido al riesgo de represalias.
Con respecto a la séptima víctima que estaba sin identificar, sólo se tenía hasta antes del cierre de esta edición que era al parecer un cliente masculino del bar.
El jueves 28 de marzo, siete personas perdieron la vida en el referido bar por un ataque armado, luego de que un hombre ingresara al establecimiento y dispara un un AK-47, de los conocidos como “cuernos de chivo”.
Según testigos circunstanciales de la masacre, fue sólo un hombre quien irrumpió y comenzó a disparar en contra de clientes y meseros en el bar, ubicado en las calles 21ª y Doblado.
El hecho produjo la movilización de elementos de la Policía Municipal, Única, Ministerial, Federal y efectivos del Ejército Mexicano, sin embargo no pudieron localizar y detener al responsable de esta masacre.