The New York Times
2018-10-20
Nueva York— Tilda Swinton es una de las actrices camaleónicas de Hollywood: ha interpretado reinas perversas, amas de casa anticuadas y hasta a David Bowie.
Así que cuando surgieron rumores de que en su nueva película ‘Suspiria’ encarnaría a un psicoanalista de 82 años, sonaba tan descabellado como creíble.
La cinta, un remake del clásico de horror de Dario Argento de 1977, es protagonizada por Dakota Johnson en el papel de una bailarina que se enrola en una academia femenina de danza en Berlín, sólo para descubrir que es dirigida por un aquelarre de brujas.
La directora artística de la escuela Madame Blanca es interpretada por una Tilda Swinton sin adornos, pero los detectives aficionados de Internet pronto vincularon a la actriz con el personaje del Dr. Josef Klemperer.
Sin embargo, ella y el director Luca Guadagnino se mostraron evasivos al respecto. “Fake news”, dijo Guadagnino en febrero pasado, e insistió en que había contratado a un actor debutante llamado Lutz Ebersdorf para el papel de Klemperer.
Cuando ‘Suspiria’ tuvo su premier en el Festival de Cine de Venecia, el mes pasado, Ebersdorf no acudió; en contraparte, Swinton leyó un comunicado en su nombre. Ahora, tanto la actriz como el cineasta están listos para aclarar las cosas.
“Mi respuesta a: ‘¿interpretas al Dr. Klemperer en Suspirira?’ es siempre que el personaje está a cargo de Lutz Ebersdorf”, dice Swinton.
Pero hay una pregunta mucho más específica que, curiosamente, a nadie se le había ocurrido. ¿Eres Lutz Ebersdorf? Y la respuesta, apunta la actriz, es “un sí definitivo”.
Por supuesto, eso podría suponer otra cuestión: ¿este doble papel augura un giro de tuerca en la trama? No. El anciano psicoanalista en ningún momento se desprende de su maquillaje para revelar otra identidad.
¿Entonces por qué la actriz tenía que ser Lutz Ebersdorf?
“Sin lugar a dudas, por pura diversión. Como habría dicho mi abuela (y esto es una filosofía de vida), sería tonto no hacerlo”.
Pero tanto ella como el director tenían en mente algo más que un juego. Guadagnino siempre concibió ‘Suspiria’ como un filme sobre la identidad femenina, y poner a Swinton en el único papel masculino significativo aseguraría que siempre habría este elemento de feminidad central.
Para ayudar a Swinton en su transformación en Klemperer, Guadagnino contrató al maquillista ganador del Óscar Mark Coulier.
El proceso de maquillaje tomaba cuatro horas diarias y la actriz pasaba más días caracterizada para ‘Suspiria’ de lo que había estado para cualquier otro proyecto.
“Nos hizo confeccionarle un pene y testículos. Así que tenía unos genitales que podía sentir entre sus piernas”.