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Blinda Hollywood escenas sexuales

Reforma

2018-09-15

Ciudad de México— Maggie Gyllenhaal se desabotona la blusa, sus pechos quedan expuestos y un hombre los acaricia. Ella frota la entrepierna de su compañero y después pone un condón en su boca...

Es claro lo que ocurrirá a continuación.

Esta escena de The Deuce, serie de HBO que retrata el negocio de la prostitución en los años 70 y 80, fue montada por un coreógrafo sexual, una figura emergente y, al parecer, muy necesaria en Hollywood.
También llamados "directores de intimidad", se trata de profesionales encargados de lograr que este tipo de tomas se vean lo más reales posibles.

Pero en un momento en que la industria está tan convulsionada por incontables acusaciones de acoso y abuso sexual, su labor más importante es asegurar la comodidad y seguridad de los actores involucrados en escenas de desnudos y actividad sexual.

Por ahora, la mayoría de estos nuevos especialistas están aglutinados en Intimacy Directors International (IDI), una organización sin fines de lucro fundada por las actrices Tonia Sina, Alicia Rodis y Siobhan Richardson, en 2016.

"La base de nuestro trabajo es que el actor tenga poder sobre su propio cuerpo y defender eso; que todo lo que hagan sea completamente consensuado. Conocer lo que desea el actor y todos los demás involucrados cuando se hace este tipo de escenas, que haya un acuerdo real de lo que le harán al cuerpo del otro.

"Que no haya alguna coerción o 'sorpresa', o que no exista una conversación de lo que sucederá. Se trata de que cada intérprete tenga el derecho de saber y aprobar lo que sucederá con su cuerpo", compartió en entrevista Claire Warden, integrante de IDI.

El requisito básico para ser uno de estos especialistas es poseer conocimiento y experiencia en la creación y enseñanza de cuestiones de movimiento (por ejemplo, bailarín o coreógrafo de peleas).

Aunque también se necesitan estudios en actuación, dirección y docencia, tener nociones de apoyo psicológico y conocer políticas en torno al acoso sexual. Asimismo, debe entender tópicos relativos al género y cuestiones raciales.

En resumen: no cualquiera puede ser un coreógrafo sexual.

"Es mucho entrenamiento. Por más que queramos que el cambio sea lo más pronto posible, ponderamos la integridad y la cualidad del trabajo que hacemos. No queremos enviar gente sin la capacidad de realizarlo porque puede generar más daño si alguien no está suficientemente equipado para manejar algo que surja.

"Es un trabajo muy delicado e importante. Por eso queremos que quien lo haga tenga la experiencia para manejarlo, tanto para quienes están en un set, como para nosotros mismos", agregó Warden, quien cuenta con 20 años de experiencia como actriz.

Esta nueva práctica en Hollywood ha sorprendido a varios actores, quienes estaban acostumbrados a que sus escenas de intimidad fueran cambiadas constantemente y sin previo acuerdo.

Tal es el caso de Margaret Judson,quien en The Deuce interpreta a una actriz porno y quien estuvo asesorada por la directora Alicia Rodis.

"En cierto nivel, me sentí confundida. ¿Por qué me trataban de esa manera? Es decir, como ser humano, con pensamientos y sentimientos Pero me di cuenta de lo sencillo que era que emplearan a alguien como ella.

"En términos humanos, mostraba sensibilidad por parte de los productores a los actores; y en términos de negocio, te proteges de potenciales problemas (y sus caras repercusiones) antes de que aparezcan", relató Judson en un texto para The New York Times.

Las acusaciones de acoso sexual que pesan sobre Harvey Weinstein (y otros más), así como el movimiento MeToo, han cobrado factura a las producciones y, a su vez, han popularizado (si no es que casi obligado) el trabajo de los coreógrafos sexuales.

Pero la preocupación y necesidad de garantizar la seguridad de los actores ha prevalecido por más de una década, y fue una de las razones que orilló al actor Adam Noble a crear e impartir la metodología "Extreme Stage Physicality: Approaching Intimacy and Aggression".

El primer miembro masculino de IDI reconoce que para su género es mucho más problemático desempeñarse como "director de intimidad".

"Cuando hay alguien que abusa de su poder en un cuarto o que se sobrepasa en un montaje, el 99 por ciento de las veces el problema se parece a mí: un hombre heterosexual, cisgénero y blanco. Usualmente somos el problema.

"Por eso, para alguien como yo puede ser difícil entrar a un set y tratar de ser el embajador de esta labor de protección", aseguró Noble en entrevista telefónica.

Sea cual su género, la presencia de los especialistas en un producción, ya sea de teatro, televisión o cine, ha sido incómoda por lo que representa para algunos: un gasto extra para productores o potenciales interrupciones para el director.

"Cada vez más gente está entendiendo lo que hacemos, pero es justo decir que en algunos sectores sí nos han rechazado porque es un nuevo trabajo y como que no lo comprenden todavía", dijo el actor.

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