Espectaculos

¿Otra vez lo mismo?

The New York Times

2018-09-14

Los Angeles—  Observar el calendario 2018-2019 de la televisión estadounidense es como ajustar las perillas de una máquina del tiempo.
Esta temporada incluye a ‘Magnum P.I.’ (cuyo antecesor debutó en 1980), ‘Murphy Brown’ (1988), ‘Charmed’ (1998), ‘Roswell, New Mexico’ (de Roswell, 1999) y ‘The Conners’, derivada, tras la autoinmolación de Roseanne Barr en Twitter, de la nueva versión de ‘Roseanne’ (1988).
Y éstos son sólo los nuevos programas viejos.
Estas producciones se unen, por nombrar sólo algunas, a ‘Perdidos en el Espacio’ (1965), de Netflix; ‘Dinastía’ (1981), de la cadena CW; y ‘Hawaii Five-0’ (1968), ‘S.W.A.T.’ (1975) y ‘MacGyver’ (1985), de la CBS.
Hemos visto más episodios de ‘Los Expedientes Secretos X’ (1993) y ‘Prison Break’ (2005). Y, próximos a estrenarse, nuevas versiones de ‘Rugrats’ (1991) y ‘Daria’ (1997), y una película para ponerle fin a ‘Deadwood’ (2004).
Este amplio género, que podríamos llamar TV retro, cae principalmente dentro de dos categorías.
Primero están los remakes: viejos títulos que son reproducidos para otra época, con nuevos elencos, y posiblemente nueva ambientación y nuevos personajes.
Entre estas series se cuentan ‘Magnum P.I.’, ‘Roswell’, ‘New Mexico’ y ‘Charmed’.
Luego están las reposiciones: series, exhumadas como si de la tumba, con los mismos personajes interpretados por los mismos actores, continuando años o décadas después. Entre estos programas figuran ‘Murphy Brown’, ‘Roseanne/The Conners’ y el reconstituido ‘Will & Grace’.
Cierto es que la televisión ha hurgado en su pasado casi desde que ha tenido uno; un historial de películas de reunión de ‘La Tribu Brady’ y ‘La Isla de Gilligan’ da fe de ello.
Sin embargo, el simple volumen de TV retro en la actualidad refleja una cultura que es cada vez como la página de inicio de Netflix, lleno de “porque viste... y ve otra vez...”.
Y en muchas formas, la cantidad excesiva de estos programas, aún cuando aparecen en las viejas cadenas tradicionales, es producto de la era de la televisión vía streaming.
Los medios nuevos han hecho que el pasado de la televisión esté más presente y sea más accesible que nunca. Por ejemplo, ‘Gilmore Girls’ desarrolló un público nuevo en repeticiones y en Netflix, que estaba listo para una reposición de la serie en el 2016.
Además, entre el streaming y el cable simplemente hay tantos programas de televisión ahora (probablemente habrá más de 500 series originales con guion en el 2018), que lograr que algo nuevo genere atención es una batalla.
Un título familiar, como ‘S.W.A.T.’, ofrece un incentivo que cualquier otra serie policiaca de la CBS no puede dar.
Esencialmente, el atractivo de una reposición es el atractivo de una reunión de generación de preparatoria, o una visita a Facebook: ¿qué están haciendo ahora? Pero puede ser igual de desconcertante encontrar a sus viejos favoritos de horario estelar preservados de manera antinatural como encontrarlos cambiados.
Un remake, por el otro lado, podría ser exitoso o desastroso, pero al menos ofrece la posibilidad, y el requisito, de replantear y transformar.

Blancas
Después de los ataques del 11 de septiembre del 2001, ‘Battlestar Galactica’ convirtió una relajada ópera espacial setentera en una historia ambiciosa sobre política, religión y la ética de sobrevivir ante una amenaza existencial.
Todo esto apunta a otra diferencia de los remakes: las reposiciones, que reproducen el pasado de la televisión hasta su reparto original, han tendido a ser muy blancas, como lo es la historia de la televisión estadounidense. Pero el remake planeado de ‘Party of Five’ se enfocará en hermanos mexicoestadounidenses luego de que sus padres son deportados.

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