Espectaculos

Corazón grupero con alma rockera

Rodolfo G. Zubieta/Agencia Reforma

2018-08-31

Ciudad de México— Todos la ubican con sombrero norteño, trencitas y cantando temas que invitan a la fiesta y el taconazo. Sin embargo, Alicia Villarreal soñaba con ser rockera y emular a sus grandes ídolos sobre el escenario.
“Cuando yo iba a la secundaria estaba el movimiento de Rock en tu Idioma, ¡me encantaba! Me gustaba Maná y Enanitos Verdes, y hasta tuve la oportunidad de abrir sus conciertos cuando iban a Monterrey (tierra natal de la cantante).
“Los Hombres G, Soda Stereo... yo me visualizaba siendo esa artista que tenía su banda de rock y era una chava rockera. Pero la vida me llevó por otro camino, porque creo que ya lo traes en la sangre”, recuerda.
Su vida cambió cuando se convirtió en vocalista de Grupo Límite, en 1995, donde descubrió que la música regional mexicana, un género nada ajeno a su vida que la llevaría al estrellato.
“Mi abuela tocaba el acordeón y, realmente lo que ella tocaba era música norteña y ranchera. Yo crecí con esa música y claro que era más lógico que yo me desenvolviera en ese ambiente.
“En las pachangas de la familia no se escuchaba rock, todo era Yolanda del Río, Ramón Ayala, Vicente Fernández y Rocío Dúrcal. Crecí escuchando toda la música, pero mi mayor influencia era la música popular”.

Con casi 25 años de carrera, ‘La Güerita Consentida’ ya no puede imaginar su vida sin un traje de charro y moviendo las caderas, pues sabe que eso no le impide echarse un palomazo rock de vez en cuando.
“Siempre me ha gustado hacer muchas cosas con amigos y diferentes artistas de varios géneros, así que nunca me he quedado con ganas de nada en la vida.
“Cuando estaba con Limite fusionábamos cosas con bossa nova y hasta cumbia. El público siempre aceptó todas esas cosas innovadoras. Las disqueras no sabían a qué sonábamos, no nos veían norteños”, puntualiza en entrevista telefónica.
Villarreal, que ayer cumplió 47 años, reconoce la responsabilidad que le exige su género musical, donde ha logrado éxitos como ‘Te Quedó Grande la Yegua’, ‘Yo Sin Tu Amor’, ‘Ladrón’ y ‘Te Aprovechas’,
“Nunca he dicho que soy una intérprete de ranchero, pero realmente me siento muy orgullosa de portar ese traje de charro y de lo que me provocan esas letras, las trompetas, los violines... no lo puedo explicar.
“Portar el traje de charro lo hago con mucho orgullo y compromiso con mi patria. Gozo desde la boca hasta el sombrero. Para mí la música mexicana es como ondear mi bandera”.

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