Leticia Solares
El Diario de Juárez
Ciudad Juárez— Sudoroso, agotado de repartir besos y apapachos, flanqueado por las luces de cámaras para las selfies, un imitador de Juanga, hizo las delicias de los fanáticos de Juan Gabriel, quienes como él, arribaron desde el mediodía de ayer a la casona del divo para seguir llorando la muerte de Alberto Aguilera y celebrar la vida de Juan Gabriel.
Vestido de un traje sastre rosa fiucha, botines y gafas blancas, meneando abanico, el Juanga urbano, cantó y repartió autógrafos de esquina a esquina, entre las calles Perú y Colombia, gozando de sus 15 minutos de gloria con su atinada personificación del "chiquillo Chile de Juárez".
Tortas, tacos sudados, papas locas, elote ranchero, playeras, vasos tequileros, raspas y fotos de la juventud de Juan Gabriel forman parte de la parafernalia que le dio colorido a la noche de serenata a la memoria del Divo de Juárez, que a dos años de su partida, fue recordado por el pueblo de Juárez con diversas actividades, una improvisada verbena popular y por supuesto sus canciones interpretadas en el balcón de su casona.