Espectaculos

Una oscura fantasía

Juan Carlos García
Agencia Reforma

2018-08-28

En el largometraje animado, hecho en México y con coproducción extranjera, el cual dirigió Carlos Carrera y se estrena este viernes, una niña es el principal tesoro de su madre, pero también su mayor perdición.

“Habrá personas que piensen que por ser dibujo animado es sólo para niños, y yo creo que es un filme para niños y para adultos, es un tema profundo, importante, de relevancia, que no creo que se quede sólo en la película, sino que invita al debate, al análisis, a la compasión”, apunta Carrera (‘El Crimen del Padre Amaro’), quien invirtió más de 10 años en el proyecto.

En la historia, Carmen (con la voz de Marina de Tavira) y Ricardo (Damián Alcázar) llegan junto con su hija, Ana (Galia Mayer), a lo que parece un centro de descanso.

Ana no entiende la actitud distante de Ricardo, tampoco el por qué su madre parece ensimismada y muy ajena al tratamiento que está por recibir. Y sobre todo, el por qué nadie las ayuda a deshacerse de un demonio que persigue a ambas.

Poco a poco, lo irá descubriendo. Y el espectador verá cómo Ana asimila que el ser humano que le dio la vida está sufriendo una grave crisis emocional.

“Son problemas que se tienen que tratar, es un tema difícil si lo queremos hacer difícil. Lo ideal es no sacarle la vuelta y poder ofrecer una alternativa, una solución”, afirma el realizador que regresa a un género que en 1994, con el corto ‘El Héroe’, le valió una Palma de Oro en Cannes.

En un abrir y cerrar de ojos, Ana se encuentra en un universo de personajes paralelos que la ayudan a superar los obstáculos de la zona de residencia donde se encuentra mamá.

Así, Rosi (Regina Orozco) y Tic (Mauricio Isaac) aparecen, lo mismo que Daniel (Daniel Carrera), un niño ciego.

También, la pequeña establece amistad con Bruno, una criatura fantástica que se vuelve el principal aliado de la protagonista... quien desea contactar a su padre para que salve a su madre.

“Esta película va a ser, seguramente, una de esas que marcan a los niños, como para mí, en mi generación, hubo unas que sigo recordando. Es un tema muy trascendente, relevante, es un tema que invita a la reflexión y al entendimiento”, señala De Tavira.

“Los personajes ficticios, o sea, los que son creados en la mente de los otros personajes, me parecen fabulosos. Bruno me parece amigable, Ana es entrañable, Rosi me divierte y me gusta, a Daniel me lo como a besos, es un niño bellísimo, que no se pone trabas a pesar de su ceguera. Esta historia sí que me conmovió”, añade Orozco.

Ana y Bruno emprenderán un viaje donde ella aprenderá sobre la tristeza indescriptible que vive su madre y cómo puede rescatarla del laberinto emocional en el que está internada.

X