The New York Times
2018-07-31
París, Francia–En los thrillers y películas de ciencia ficción del realizador francés Luc Besson, las mujeres son serias, inteligentes y fuertes, a veces más que los hombres. En ocasiones, incluso salvan al mundo.
Sin embargo, recientes alegatos de abuso sexual contra el cineasta ponen su consideración por sus actrices bajo una luz diferente. Una de ellas, Sand Van Roy, dijo a la policía de París que el director la violó más de una vez e incluso la hirió ‘al grado de sangrar’.
La actriz contó a las autoridades que durante una visita no solicitada a su departamento, en abril pasado, le mostró a Besson un cerdo de juguete al que ella llamó ‘Weinstein’ y luego dijo: “lo llamaré ‘Luc”.
Van Roy de 28 años le dijo al director que no quería tener sexo con él. Pero Besson la empujó, le levantó la falda y luego la forzó a tener relaciones sexuales, narró la intérprete a la Policía. “Luc no se detenía”, dijo.
El abogado de Besson, Thierry Marembert, se negó a hacer comentarios sobre las acusaciones, que empezaron a volverse públicas en mayo. Pero dijo que el cineasta, quien no ha sido acusado, se quedó sumamente sorprendido cuando se enteró de éstas.
“Luc Besson mantendrá sus explicaciones para la Policía, y tiene confianza en que podrá demostrar su inocencia”, señaló Marembert.
Besson, de 59 años, es la figura fílmica más prominente de Francia en enfrentar acusaciones en la era del movimiento ‘MeToo’. Y en un país donde el cine es central para la identidad de la nación, él es considerado una figura tan importante como alguna vez lo fue Harvey Weinstein en el cine estadounidense.
Pero hasta ahí llegan las comparaciones.
¿Arte de la seducción?
Los alegatos sobre la conducta abusiva de Weinstein desataron todo un movimiento que hundió a muchos hombres y que empezó a cambiar la manera en que las mujeres son tratadas en Hollywood. Pero en Francia, pocas celebridades han alzado la voz en apoyo a Van Roy, y los reportes iniciales sobre Besson no han llevado a una limpia similar en la industria del entretenimiento.
Aunque la estrella francesa Isabelle Adjani denunció una cultura cinematográfica que enmascara la depredación con galantería, comportamiento sugestivo y ordinariez, varias fuerzas han evitado que #MeToo y su contraparte francesa “#BalanceTonPorc (o Exhibe a Tu Cerdo) tengan el mismo efecto en Francia que el que ha tenido en Estados Unidos.
En tierras francesas, si un hombre acusado no es encontrado culpable de un delito, es relativamente fácil que él demande por difamación a su acusador.
Además, hay razones culturales.
Los franceses tienen una creencia muy arraigada de que la manera en que abordan la sexualidad es diferente de la de los estadounidenses, que la ven como rígida y puritana en su esfuerzo por trazar líneas duras entre el comportamiento aprobado y no aprobado.
Los franceses se enorgullecen de apreciar el arte de la seducción y el coqueteo en una manera en que los estadounidenses no lo hacen.
A la larga, Van Roy dijo a The New York Times, el precio de sentirse obligada a tener sexo con Besson a cambio de papeles en sus películas (apareció en Valerian y la ‘Ciudad de los Mil Planetas’) se volvió demasiado alto. Así que acudió a la Policía.
Un funcionario de la Procuraduría de París, que habló con la condición de mantener el anonimato, dijo que la Policía aún investigaba las acusaciones.
Formador de estrellas
Besson, quien es uno de los productores y directores más influyentes de Francia, ha ayudado a formar las carreras de muchas actrices jóvenes, incluidas Natalie Portman y Marion Cotillard.
El director también dio papeles estelares a modelos que querían convertirse en actrices, como Milla Jovovich, con quien después se casó y divorció, y Cara Delevingne.
La queja de Van Roy con la Policía fue el tema de un extenso artículo este mes en el website francés de noticias de investigación Mediapart, que también describió alegatos de otras tres mujeres contra Besson.
A diferencia de la situación de Weinstein, esas mujeres no han estado de acuerdo en que sus nombres sean publicados.