Espectaculos

Siempre cuesta arriba

The New York Times

2018-07-15

Ciudad de México— Amy Adams rebusca en su cangurera hasta encontrar su protector solar en barra.
“Soy una mamá muy nerd”, se disculpa, como si sintiera que el glamour de Hollywood se derritiera cada vez que se retoca sus ruborizadas y pecosas mejillas.
Era una mañana de junio y el sol estaba alto; no había nada de qué disculparse. Pero ella es congénitamente cortés, y tal vez también un poco tímida.
Escalar fue su idea. Ha sido una subida enérgica, salpicada de vistas de postal de los monumentos de Los Angeles: el letrero de Hollywood, las montañas de Santa Mónica, la ciudad en el horizonte...
Al haber crecido en Colorado con seis hermanos, escalar fue un ritual familiar con el que sus padres los ponían a quemar energías sin lastimar su presupuesto.
Pero, debido a una cadena de eventos recientes que, según explica, comenzó con un encuentro con su maestra de ballet de la infancia y terminó con un regreso a la barra horizontal, sufrió una “lesión de señora”.
Eso significa que tuvo que dejar de ejercitarse por un tiempo. Y también que, tras una escalada de 10 kilómetros con alguien que apenas conoce, se siente sin aliento.
Entre el sofoco y la cangurera, Amy Adams, actriz de 43 años cinco veces nominada al Oscar, ha comenzado a preguntarse cómo debería lucir.
“Siento como si siempre... No sé si decepciono sea la palabra correcta”, dice, mientras guarda el bloqueador solar. “Pero cuando la gente me conoce siempre hay una reacción del tipo: ¿En serio? ¿Ésta eres tú?”.
Se detiene un momento y entonces confirma la respuesta a la que siempre llega: “Sí, sí es la palabra correcta”.
Adams es la estrella de la recién estrenada miniserie de HBO ‘Sharp Objects’, su primer trabajo en televisión. Ahí interpreta a una periodista que bebe mucho y se inflige cortes, quien regresa a la provincia donde nació para cubrir una serie de misteriosos asesinatos.
“Fue algo de otro nivel”, resume al compararlo con otros personajes atribulados que ha interpretado en el pasado. Pero se sintió atraída a la historia, basada en la novela homónima de Gillian Flynn (‘Perdida’).
“Me gusta cuando puedes tomar un género y moldearlo hasta hacerlo tuyo. Es algo en lo que siempre estoy interesada, en tratar de desafiar las expectativas”.

Actriz de reparto
La primera vez que Amy Adams apareció en escena era una Lolita de mirada voraz. Empezó como actriz de reparto en películas adolescentes como las que pulularon después de ‘Scream’, y fue coestelar de Kirsten Dunst en ‘Drop Dead Gorgeous’ (1999) y una trepadora social en ‘Cruel Intentions 2’ (2000).
Divertida, engloba esos trabajos en su “Fase de Chica Mala”; los primeros años de dos décadas plenas de evolución frente a la cámara.
Otra etapa llegó en 2006, cuando recibió una nominación al Oscar por su intensa interpretación de una chica pueblerina embarazada en ‘Junebug’. A esta la llama “Fase de Chicas Inocentes”, la cual se grabó en la memoria colectiva del público y con la que se convirtió en una de las actrices más queridas de Estados Unidos.
Como Giselle en ‘Encantada’ (2007), no sólo insufló vida a las princesas de Disney, sino que inspiró una nueva ola de películas de acción viva con temática de cuento de hadas.
Su segunda nominación al Oscar llegó con ‘La Duda’, en 2009, gracias a su verosímil inocencia como la Hermana James. Cualquier otra actriz se habría acomodado en esa zona de confort. Pero Adams ha pasado la última década evolucionando, yendo cuesta arriba.
Se volvió cruda y brava en ‘El Peleador’ (2010), espeluznantemente celosa en ‘The Master: Todo Hombre Necesita un Guía’ (2012) y astuta y carnal en ‘Escándalo Americano’ (2013).
‘Sharp Objects’ consuma esa nueva etapa. Su personaje, Camille Preaker, está a la deriva con un trauma familiar no resuelto, por lo que Amy la llama su Fase Temperamental e Introspectiva.
“No tengo la misma oscuridad ni esa profunda ira interna, ¿pero esa especie de tristeza que te lleva a ser poco gentil contigo misma? Creo que eso sí lo tengo”, admite.

Vida al personaje
Para convertirse en Camilla para Sharp Objects, comenzó, como siempre lo hace, preparándose exhaustivamente, bosquejando la biografía existencial y emocional del personaje hasta que considera que puede cobrar vida.
La transformación física fue igualmente demandante, pues le requirió permanecer semidesnuda entre tres y cuatro horas en el departamento de maquillaje (los 90 días de la filmación) para crear la topografía de cicatrices de Camille.
La actriz recuerda un par de ocasiones durante la filmación de ‘Sharp Objects’ cuando habló por teléfono con su esposo, el actor y artista Darren Le Gallo, en personaje.
“Digamos que no fue muy fan”, cuenta, entre risas.
Han estado juntos 16 años, se comprometieron hace 10 y se casaron hasta 2015.
“Disfruto las bodas, pero nunca crecí con la fantasía de casarme”, confiesa.
Cuando su hija Paviana nació, hace ocho años, Amy tomó una serie de proyectos creyendo que necesitaba acumular trabajo para poder ser una buena proveedora, decisión que llegó a lamentar. Ahora selecciona sus trabajos tomando en cuenta agendas escolares y vacaciones en familia.
Así que este verano la familia se mudará temporalmente a Brooklyn, donde ella rodará una adaptación de otra novela de misterio ‘The Woman in the Window’.
Se trata de un thriller psicológico al estilo Hitchcock que también se inserta en su Fase Temperamental e Introspectiva , pues encarnará a una reclusa mentalmente inestable y patológicamente escandalosa.
“¡Deben de ser mis hormonas!”, bromea.

 

Fases de una Estrella

Chica Mala
En sus primeros años, Amy dio vida a jóvenes sensuales y provocativas en filmes como ‘Drop Dead Gorgeous’ (1999) y ‘Cruel Intentions 2’ (2000)/

Inocentes
Como adolescente embarazada en ‘Junebug’ y princesa de cuento en ‘Encantada’, se volvió favorita de las audiencias.

Temperamental e Introspectiva
Gracias a proyectos como ‘El Peleador’, ‘Escándalo Americano’ y la miniserie ‘Sharp Objects’, llegan nuevos retos.

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