Regresa hoy 'El Sicario'

Agencias

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Ciudad de México—Cuando la CIA corrobora que los cárteles de droga contrabandean a Estados Unidos sicarios profesionales, los encargados de seguridad envían a Matt Graver (Josh Brolin) y al ex agente encubierto Alejandro Gillick (Benicio del Toro) a eliminar el problema, en ‘Sicario: Día del Soldado’.

Ambos llegan a la Ciudad de México para orquestar todo un operativo en donde el principal objetivo es el secuestro de Isabela Reyes (Isabela Moner), la hija de un magnate de las drogas, con lo que iniciarán una batalla entre cárteles que, creen, les beneficiará.

"Existen muchas lecturas relacionadas con este guión, con esta película. No sé si hay un mensaje implícito, pero sí sé que lo que dice es que la violencia no es la solución a nada. Una guerra no se soluciona con otra guerra", señala Del Toro.

"Yo pienso que más que un mensaje específico, el filme ofrece una perspectiva de lo frágil que se vuelve la sociedad ante una problemática como las drogas, y no plantea una solución, sino ahonda en un problema, y lo desmenuza, y sobre este cada espectador saca sus conclusiones", añade Brolin.

‘Sicario: Día del Soldado’, dirigida por Stefano Sollima, es la continuación de ‘Sicario’ (2015), y ahora profundiza sobre el trabajo que realiza el personaje de Benicio del Toro.

En este relato, Matt y Alejandro cumplen con su misión y su farsa, que es aplaudida por los principales mandos de su institución, quienes dan el visto bueno para la segunda fase, que es un viaje extremo para cruzar la frontera de Estados Unidos rumbo a México, luego de que aterrizaron ya en el vecino País del Norte.

Isabela, contrariada por su situación, no entiende quién la raptó y por qué no hay solicitud de rescate o le anticipan cuál será su futuro. Todo se agrava cuando en la misión entran las autoridades mexicanas.

"La historia tiene distintos giros, y se concentra en lo que sucede con la mente de autoridades y criminales en algún momento, pero sin ser un análisis real. Diría que es un acercamiento a la realidad que se vive en ciertas franjas fronterizas y lo grave que es el problema de las drogas", señala Brolin.

"Existe un personaje como Alejandro que representa el bien, el mal, lo correcto, lo incorrecto, y es quien funge como un punto de unión entre los demás personajes. Hay que ver cómo desarrolla su misión porque llega un momento en que debe tomar decisiones y hay de que descubrir cómo se conduce", añade Del Toro.

Cuando a Alejandro le cambian la jugada se topa con Ángel (Bruno Bichir) y Gallo (Manuel García Rulfo), por separado, quienes serán cruciales en su destino y el de su protegida.