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'Me sentía el dueño del mundo'

Agencias

2018-06-19



Ciudad de México– La fama a manos llenas y el éxito constante de su música hicieron que el cantautor argentino Miguel Mateos tocara fondo durante la época de los 80, justo cuando el rock en español se encontraba en su máximo apogeo.
“Controlar la fama es tremendamente difícil. Hubo momentos complicados, pero mi familia, mi mujer y mi hijo fueron muy importantes para que yo saliera adelante. Me decidí por ciertos valores para no tener que caer más”, confesó a Notimex el músico.
“Yo me sentía el dueño del mundo hasta que me di cuenta de que no era así, que era un pobre infeliz como cualquier mortal”.
Las grandes glorias, dijo, son momentáneas, pero no las analizaba así cuando cualquier canción que lanzaba al mercado alcanzaba los primeros lugares de popularidad en la radio.
“Yo pensaba que el éxito sería eterno y no. Poco a poco fui comprendiendo que uno tiene el privilegio de estar haciendo lo que le gusta y eso es lo que, de alguna manera, me salvó. Discerní entre lo bueno y lo malo, entre lo que me convenía y no, y paré a tiempo.
“Cuando sentí que debía retirarme, tuve la inteligencia necesaria y lo hice. Fue como tener de un lado a un angelito y del otro a un diablito; tuve que decidir para qué lado debía irme. Pasé dos años fuera del ‘showbusiness’, me reconvertí, me examiné, me volví a educar, me limpié y volví como el Ave Fénix”.
Al final, Miguel Mateos comprendió que las cosas más importantes de la vida son las que protegen al ser humano, son las únicas que te tienden la mano cuando estás equivocado o cuando surgen los momentos de duda porque, obviamente, sí toqué fondo”.
Mirando a la distancia, admitió que todo lo ocurrido fue aleccionador y pudo zafarte a tiempo y de la mejor manera posible.
“Recurrí al amor, a la fidelidad y el compañerismo. Entendí que el verdadero valor consiste en no creérsela nunca más. Supe que únicamente era un tipo que hacía canciones, que muchas tuvieron éxito, pero que mi misión era continuar haciendo aquellas que pusieran a pensar a la gente y la emocionaran, esa es mi obligación”.
Su llegada a México

Nacido en 1954 en la ciudad de Buenos Aires, Argentina, el músico creador de éxitos como “Obsesión”, “Cuando Seas Grande”, “Llámame si me Necesitas” y “Atado a un Sentimiento”, entre otros, llegó a México por primera vez en 1986.
En Argentina ya tenía un camino andado y tocar en un país que se estaba levantando en el rock en español, era su prueba de fuego. Ante la profundidad de su mirada azul, sonríe y se acomoda en un sillón para evocar esa etapa de su vida.
“Yo era un muchacho virgen. Bueno, la verdad no me acuerdo si lo era, quizá no. El asunto es que sí era un chico con grandes sueños que había venido para presentar un ‘show’ en el entonces Hotel de México. Se calculaba que llegarían entre mil y mil 500 personas, pero fueron 5 mil”.
El foro quedó abarrotado y hasta ese momento él supo la dimensión que había alcanzado con su música en este país. El grupo Caifanes, que también se abría paso con su música, fue telonero de su espectáculo.

El nacimiento del Rock en tu idioma fue una movida maravillosa para Mateos. Su disco Solos en América (1986) simplemente colocó seis éxitos en la radio durante esa época.

“Los ochenta fueron muy vertiginosos, fueron tremendos en todos los sentidos. Yo era otra persona y quería comerme al mundo, por lo que llegué a momentos de excesiva euforia y excesivo éxito. Fueron momentos de zozobra y, por suerte, las cosas se volvieron a su plano.

“Esa fue la realidad y no me arrepiento de haberla vivido, aunque muchos de mis compañeros de viaje ya no están. Llegar hoy a México y ver que mis contemporáneos como Caifanes y Maldita Vecindad siguen girando con tanta creatividad, me da alegría, me pone muy feliz”.

Con casi 40 años de trayectoria artística, Miguel Mateos es uno de los miembros ilustres de la generación del boom rockero en la década de los 80, es una leyenda viviente de la música en español y se mantiene vigente, pero no ha sido fácil, pues nadie le ha regalado nada.

“Todo es el resultado de puro trabajo, de haber seguido insistiendo, de continuar creando y de grabar más. Tuve que adaptarme a los cambios que se presentaban en la industria musical, mismos que han sido vertiginosos”.

Para celebrar el 30 aniversario de su disco Solos en América, lanzado en 1986, se presentará el 21 de junio en el Teatro Diana de Guadalajara, Jalisco. Al día siguiente estará en el Frontón México de la capital del país, y el domingo en el Festival El Rock nos Une, en Cuautitlán, Estado de México.

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