El Diario de Juárez
2018-05-24
Una joven asistente de producción pensó haber conseguido el empleo de sus sueños cuando, en el verano del 2015, empezó a trabajar en “Going in Style”, una comedia con Morgan Freeman, Michael Caine y Alan Arkin.
Pero pronto el trabajo se convirtió en meses de hostigamiento, dijo a CNN. La mujer asegura que Freeman la sometía casi a diario a tocamientos y comentarios no deseados en torno a su figura y su ropa. Feeman le ponía la mano debajo de la cintura y la acariciaba la parte baja de la espalda, señaló.
En cierto incidente, agregó, Freeman “insistió en tratar de levantarme la falda y preguntar si traía ropa interior”. El actor nunca pudo levantarle la falda, explicó —cuando tocaba la prenda e intentaba levantarla, ella se alejaba, y luego él volvía a hacer el intento. Eventualmente, dijo la mujer, “Alan Arkin le hizo que dejara de hacerlo. Morgan se asustó y no supo qué hacer”.
La presunta conducta indebida de Freeman no se limitó al set de una película, de acuerdo con otras fuentes que hablaron con CNN. Una mujer que fue miembro de alto rango de la producción del largometraje “Now You See Me” en el 2012 dijo que en numerosas ocasiones Freeman las acosó a ella y a su asistente haciendo comentarios sobre sus cuerpos.
“Hacía comentarios acerca de nuestros cuerpos… Sabíamos que si iba a venir… no debíamos ponernos ninguna blusa con la que se nos notaran los senos, no debíamos ponernos nada con lo que se nos notara la cadera, o sea que no nos poníamos ropa entallada”, contó.
A sus 80 años, Freeman es uno de los mayores astros de Hollywood, con una carrera de casi cinco décadas en el cine. Ha ganado un Óscar y sido nominado cuatro veces más al premio.
En total, durante esta investigación hablaron en torno a Freeman con CNN 16 personas, ocho de las cuales se dijeron víctimas de lo que algunas denominaron acoso y otras conducta indebida por parte de Freeman. Ocho aseguraron haber sido testigos de la presunta conducta de Freeman. Las 16 describieron un patrón de comportamiento indebido de Freeman en el set, cuando promovía sus películas y en su productora Revelation Entertainment.
De las 16, siete describieron en Revelation Entertainment un ambiente en el cual había acusaciones de hostigamiento y de conducta inapropiada por parte de Freeman en el lugar. La cofundadora de la empresa Lori McCreary presuntamente atestiguó uno de dichos incidentes mientras que en otro ella misma fue objeto en público de comentarios despectivos. Una de esas siete personas sostuvieron que McCreary hizo un comentario discriminatorio sobre una candidata a un empleo de la Asociación de Productores de Estados Unidos.
Cuatro personas que trabajaron en el curso de los últimos 10 años con Freeman en los equipos de producción de los sets lo describieron como alguien que se comportaba repetidamente de maneras que hacían sentir a las mujeres incómodas en el trabajo. Dos dijeron que Freeman las sometió a tocamientos no deseados. Tres señalaron que hacía comentarios públicos sobre la ropa o las figuras de las mujeres. Pero todas dijeron no haber reportado la conducta de Freeman, la mayoría, aseguraron, por temor a perder sus trabajos.