Los Angeles Times
2018-04-02
Ha sido visto en el centro comercial Pabellón Rosarito y en Peter Piper Pizza. En otros lugares a lo largo de la línea costera que se extiende desde Tijuana hasta la playa de Rosarito, Thomas Markle frecuenta una taquería, compra cerveza, y ordena sándwiches para llevar en un café local.
Pero en estos últimos días, no hay detalle pequeño de la vida de Markle para los paparazzi, quienes han tocado a la puerta de su casa con vista al Océano Pacífico y que siguen sus pasos por los negocios de las cercanías. Por más que lo intente, Markle no ha podido escapar de tal atención, pues su hija, la exactriz Meghan Markle, quien se prepara para llegar a formar parte de la familia real de Gran Bretaña, contraerá nupcias, el próximo 19 de mayo.
La prensa británica describe al futuro suegro del Príncipe Harry como un hombre tímido y huraño, y todos se preguntan si acompañará a su hija para entregarla en matrimonio en la capilla de San Jorge en el castillo Windsor, o si dará un discurso en la boda.
No ha concedido ninguna entrevista: “Sin comentario, gracias”, Markle dijo al personal del tabloide londinense The Sun, cuando lo siguieron a una tienda de conveniencia cerca de su residencia en Baja California, y reportaron que había comprado tres paquetes de cigarros.
La vida de Markle en Baja California está a un mundo de distancia del Palacio Buckingham, y el mucho menos formal estilo de vida que lleva parece encajar mejor con el ex director de iluminación de 73 años. Su casa está en una tranquila comunidad privada con vista al Océano Pacífico, en uno de tantos enclaves que se ubican a lo largo de la carretera de Tijuana rumbo a Ensenada.
“Es un hombre extremadamente reservado, con una muy agradable vibra”, dijo Estefanía Villareal, propietaria de una cafetería en un pequeño centro comercial cerca de su casa. “Siempre intenta hablar en español, dice ‘gracias, por favor’, cosas muy básicas”.
En la taquería de al lado, el taquero Israel González no pudo reconocer el nombre de Markle la semana pasada, pero su cara se iluminó cuando reconoció a su cliente en una fotografía.
Markle camina siempre con una sonrisa, es amigable con el personal, y siempre deja una buena propina, dijo González.
“Parece ser muy amable, nada pretencioso; a él no le importa si uno es rico o pobre”, dijo González. “Sólo imagínense que un día será el suegro del príncipe británico, y él interactúa con nosotros”.
Una ex actriz que apareció en la serie de televisión “Suits”, Meghan Markle habla cariñosamente de su padre. Un reciente artículo en el periódico Britain’s Telegraph reportó que en su ahora eliminado blog The Tig, ella recodaba cómo su padre encontraba el tiempo para llevarla a sus clases de ballet, a pesar de trabajar 75 horas a la semana. Él la llevaba a pasear a al Lago Big Bear y ayudaba con la iluminación en los shows musicales de su preparatoria, según el artículo.
En un artículo del 2016 en Elle UK, la actriz escribió sobre su identidad bi-racial: “mitad afroamericana, y mitad anglosajona”.
“Tras haber crecido en una comunidad homogénea en Pennsylvania, el concepto de casarse con una mujer afroamericana no estaba en los planes de mi padre”, según ella escribió. “Pero vio más allá de lo que le fue puesto enfrente en ese pequeño pueblo (un pueblo que, quizás, mantenía también una forma muy cerrada de pensar)… Él quería que yo encontrara mi propia verdad”.
Thomas Markle trabajó como director de iluminación en el set de la telenovela “General Hospital” y en la serie de comedia de los ochentas “Married With Children”. También fue consultor de iluminación para otra serie cómica de televisión, “The Facts of Life”.
Se divorció hace años der la madre de Meghan Markle, Doria Ragland, una trabajadora social e instructora de yoga. Pero ambos hicieron una declaración en conjunto luego que su hija se comprometiera en noviembre. “Nuestra hija siempre ha sido una persona amable y cariñosa. Ver su unión con Harry, quien comparte esas mismas cualidades, es una fuente de gran felicidad para nosotros sus padres”.
Hoy, Markle, de 73 años, es uno de miles estadounidenses retirados que viven o que vacacionan en Baja California, muchos de ellos en los enclaves a lo largo de la costa desde Tijuana hasta Playa Rosarito. Ellos dicen que él área les ofrece un estilo de vida asequible y tranquilo frente al mar, a una corta distancia del sur de California, permitiéndoles cruzar a Estados Unidos para sus citas con el doctor y para hacer sus compras.
“Tenemos una muy mala fama, pero prefiero vivir aquí que en Los Ángeles o San Francisco”, dijo Donna Wilson, una maestra retirada originaria de Nebraska. “Vivir aquí se parece más al Medio Oeste que al sur de California. La gente te saluda al pasar”. (Sandra Dibble/Los Angeles Times)