Espectaculos

Volvió para quedarse

Agencias

2018-03-30

Los Angeles- La serie 'Roseanne' regresó para quedarse… Después de haber estado al aire de 1988 a 1997, la comedia televisiva fue reestreada esta semana en ABC con 18.2 millones de espectadores en su reestreno.
En estos días, cuando las televisoras encuentran algo que funciona lo aseguran rápidamente, como sucedió con la cadena NBC que reestrenó 'Will & Grace' en septiembre pasado después de haber terminado en 2006. El reestreno de dicha serie atrajo más de 10 millones de espectadores en su regreso.
La temporada actual de 'Roseanne', que técnicamente es la décima del show, retoma la vida de Barr, una matriarca cabeza de una familia de la títpica clase obrera de Estados Unidos.
La próxima temporada, ya firmada, se exhibirá como parte de la programación de ABC del 2018-19, y está planeada con 13 episodios.
El éxito de esta nueva temporada del clásico televisivo ha propiciado numerosas teorías, muchas de ellas aludiendo a lo que el comentarista Piers Morgan describe como “el inacabable poder de Trump”. De hecho la serie funcionó mejor en aquellas ciudades donde abunda la clase trabajadora de Estados Unidos, las mismas ciudades en las que Trump consiguió su victoria. Por contra, los espectadores de grandes urbes como Nueva York, Los Angeles o San Francisco le dieron un recibimiento más frío a esta comedia de situación centrada en una familia de Illinois.
Además de Barr, 'Roseanne' cuenta con todos sus antiguos protagonistas, desde John Goodman, el patriarca, a Sara Gilbert retomando el papel de su hija Darlene que vuelve a casa de sus padres divorciada y con dos hijas, y Michael Fishman, DJ., el más joven de los Conner de vuelta tras servir en Siria. También están las dos actrices que interpretaron a la hija mayor, Becky, durante las nueve temporadas anteriores. Lecy Goranson, que comenzó con personaje, es quien lo retoma mientras que Sarah Chalke, que la sustituyó, interpreta a Andrea, una mujer de gran parecido que desea que Becky sea su madre de alquiler.
Como señala Daniel Fienberg en su análisis para The Hollywood Reporter, a pesar de lo que pueda parecer por su éxito 'Roseanne' no es una serie conservadora. Simplemente es, como ya lo fue hace dos décadas, un reflejo de su tiempo, haciéndose eco desde ese sofá cubierto con la misma colcha de ganchillo de los problemas socio económicos del momento. “Estados Unidos está preparado para sitcoms sobre los seguidores de Trump o sobre cómo tender puentes en las familias divididas entre sus fans y sus detractores”, subraya el comentarista.

Felicitada por Trump
El regreso a la televisión de 'Roseanne' estuvo plagado de referencias a la actual situación política y social que se vive en Estados Unidos.
Tanto es así que el propio presidente de Estados Unidos, Donald Trump, tomó el teléfono para llamar personalmente a la actriz Roseanne Barr y felicitarla, hecho confirmado por la Casa Blanca.
“Tuvimos una conversación privada”, contó la comediante en el programa 'Good Morning, America'. “Hablamos sobre muchas cosas. Él simplemente se alegra por mí. Nos conocemos desde hace años”.
“Sólo quiero mostrar ese debate sobre familias que están divididas por las elecciones y sus diferencias políticas y cómo lidiamos con ello”, señaló.

 

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