Juan Carlos García/Agencia Reforma
2018-03-23
Ciudad de México— Con la entrevista que se dio entre los periodistas José Díaz Balart y Jorge Ramos, y que se transmitió por Telemundo, se rompieron los esquemas de competencia en la industria televisiva y se abrió un canal nunca antes visto.
Así lo considera Díaz-Balart, quien comentó que luego de 30 años de que los titulares de noticias, él de Telemundo y Ramos, de Univisión, fueran mostrados como rivales por competencia de rating, ya existe un hecho que cambió esa percepción.
“Cada uno desde sus trinchera estuvo firme con su propio trabajo y, por esta competencia que se hace entre empresas, no se había podido dar (el encuentro).
“Hay unas barreras que son ilógicas, y lo hemos visto, más en el mercado de habla hispana era poco probable que lo hicimos fuera algo real, y ya se hizo, lo cual celebro ampliamente en favor del público”, señaló el periodista de Telemundo en enlace telefónico desde Miami.
La charla entre ambos se dio porque Ramos está presentando su nuevo libro, ‘Stranger: el Desafío de un Inmigrante Latino en la Era Trump’ y fue emitida en Noticias Telemundo.
Esto significa, relató el cubano-estadounidense, un parteaguas para el mundo de las televisoras de habla hispana, en donde se acentúa la competencia, las rivalidades, las exclusividades y la lucha por los niveles de audiencia.
“En los canales americanos no se ve así, ves a una persona ir y venir de un canal a otro. No están condicionados”, afirmó.
En la era de la tecnología y las plataformas digitales abiertas, puntualizó el periodista de 57 años nacido en Fort Lauderdale, es absurdo que las televisoras limiten contenidos y talentos, pues el más afectado es el público.
“Entre más acceso a la información, más desarrollo de la sociedad, así se da el progreso en las poblaciones, en los países.
“Donde menos acceso hay, menos desarrollo se da. Creo que estamos viendo que hoy en día hay posibilidades de ver a un personaje en una televisora, luego en otra, todo está cambiando, hasta las exclusividades”, concluyó.