The New York Times
2018-02-06
Nueva York–La pérdida de su mamá, cuando tenía 5 años, su novio el asaltabancos baleado en la parte trasera de un camión, unos años después, y cómo servir el desayuno a su estrella favorita, animó al actor Dylan McDermottde cumplir su sueño de convertirse en actor.
De su puño y letra, Dylan relató a The New York Times cómo fue su primer encuentro con la fama cuando era mesero y le tocó servir el desayuno a John Belushi, en 1976.
“Pasé mi infancia en el apartamento de mi abuela quien estaba obligada a tener dos empleos para llevar 100 dólares semanales a la casa, mientras mi hermana y yo vivíamos a base de crema de cacahuate y espagueti. Pero, fuera de eso, tengo muy buenos recuerdos.
“Uno de ellos fue atender a John Belushi, en 1976, en el restaurante de Greenwich Village que mi padre administraba. John era, quizá, la estrella más importante de la época. Y yo era su más ferviente admirador. Lo veía religiosamente en ‘Saturday Night Live’ (SNL). ¡Me dolía la panza de risa! El día que entró en el restaurante, todas las cabezas se giraron para mirarlo, como si se tratara del mismísimo Papa.
“Yo estaba en shock. Mi héroe estaba a escasos metros.
¡No podía creerlo! Tenía 15 años, así que no se me permitía atender a los clientes. Pero me di cuenta de cómo todos trataban diferente a John, casi como si fuera de la realeza. Mientras en la rocola sonaba ‘As Time Goes By’ en la voz de Billie Holiday, yo reflexionaba sobre lo que significaba ser famoso. Todo parecía mágico.
Yo quería ser actor. No tenía ni idea de cómo lograrlo, ya deja tú convertirme en una estrella. Pero deseaba que alguien me mirara como a John Belushi: con admiración, afecto, respeto y, me atrevería a decir, con amor.
“Pero sabía que era un sueño guajiro. Él era divertidísimo, inteligente... Yo, en cambio, era torpe, lastimosamente delgado y parcialmente mudo.
Varias semanas después de esa visita, mi papá me dio la gran oportunidad de atender a John. Me resbalé con aserrín y casi aterrizo en su regazo.
“Después de todo, ya había roto (por accidente o a propósito) la mayoría de sus regalos de boda.
Se acababa de casar con la dramaturga Eve Ensler, quien gracias a Dios me adoptó y, literalmente, salvó mi vida.
Eve vio algo en mí que ni yo mismo sabía que tenía. Fue quien más me impulsó para ser actor.
Pero cuando fui anfitrión de ‘SNL’, varios años después, el fantasma de John Belushi me tocó en el hombro para desearme buena suerte.
“¡Estaba parado en el mismo escenario donde él interpretó ‘Samurai Delicatessen’! Hice una oración y le agradecí por ser mi inspiración.