Juan Carlos García/Agencia Reforma
2017-10-18
Ciudad de México— Al contar con David Fincher (‘Se7en’, ‘El Club de la Pelea’) como cabeza de producción y de dirección de ‘Mindhunter’, Jonathan Groff, uno de los protagonistas de esta historia, afirma que no hubiera podido hacerse más que en Netflix.
Esto, porque la violencia y realismo que la caracterizan difícilmente ajustarían con los criterios comerciales de las cadenas televisivas.
Ya disponivble en el servicio de streaming, la trama de ‘Mindhunter’ , en la que también se involucró creativamente Charlize Theron, sigue a Holden Ford (Groff), un agente del FBI que se entrevista con asesinos con la finalidad interpretar su conducta y desarrollar métodos eficaces para prevenir sádicos crímenes.
“Creo que una serie como Mindhunter no podría haber salido en un canal de televisión, ya que es muy explícita, muy gráfica, hay momentos de violencia que podrían generar cierta controversia y lo ideal es tener la libertad narrativa, la cual tiene.
“Pienso que mezclar la realidad violenta con la ficción es un riesgo y, a la vez, osado. Todo está basado en hechos reales. Los personajes centrales son los que te ubican en una realidad de los 70, cuando no había la tecnología de hoy”, expresa Groff en entrevista vía telefónica desde Nueva York.
Desde el primer capítulo de la trama, basada en la novela de John E. Douglas y Mark Olshaker, ‘Mind Hunter: Inside the FBI’s Elite Serial Crime Unit’, se ve a un hombre dispararse con un realismo sorprendente y hasta pocas veces retratado incluso en el cine.
“Desde que me involucré, supe que David Fincher nos haría trabajar en rangos y escalas máximos, y la principal premisa, sin duda, es que no quiere que sea una serie de televisión.
“Más bien es una novela visual, lo cual me hizo aprender mucho de la narrativa de los personajes, nada lineales, impredecibles y muy, pero muy humanos”.
A unos días de que está en la plataforma, ‘Mindhunter’ ya es calificada como una de las mejores del año, e inicia con el personaje principal como un profesor en el área de Investigaciones de Conducta y como entrenador en ‘Quantico’, en la década de los 70.
“Holden se vuelve un investigador por las circunstancias y pienso que desde ahí partimos para analizar que su forma de entrevistarse (con los asesinos) lo hizo brillante y un analista muy conclusivo en un thriller policiaco y de suspenso”, relata el actor.
El estadounidense de 32 años y abiertamente gay, atribuye gran parte del éxito en crítica y audiencia a que la realización no sólo es fiel a su fuente original, sino que reúne elementos que se han cuidado para darle más impacto, como la dirección de arte, el vestuario y la música.