Cynthia Camacho/
El Diario de Juárez
Maya Belsitzman y Matan Ephrat vinieron a ‘ofrecer su corazón, y se llevaron a cambio casi dos mil.
El dueto israelí que vino esta noche como parte del Festival Chihuahua, rindieron a sus pies al público que llenó el teatro Víctor Hugo Rascón Banda, que se volcaron en aplausos y gritos de emoción ante la pareja de músicos.
La inusual propuesta musical formada por un cello y una batería, demostró esta noche que las cosas que parecen más simples, son capaces de mover un sinfín de emociones.
Maya y Matan, quienes empezaron hace cinco años como dueto, han recorrido varios países para recoger y nutrir su música con todo tipo de influencias, entre ellas la sudamericana.
“Hola!, buenas noches. Gracias por venir esta noche. Estamos felices de estar aquí, es nuestra primera vez en México. La siguiente canción expresa cómo nos sentimos”, saludó la cellista en inglés para presentar la canción ‘Yo vengo a ofrecer mi corazón’, de Fito Páez.
Varias de las piezas de su repertorio, a pesar de ser interpretadas en su idioma natal, otras instrumentales, llegaron directo a las emociones de los asistentes, que cayeron rendidos ante los sonidos del cello, las percusiones y la voz de Maya.
“Todo bien?, preguntó ella”, y mencionó su emoción al momento de llegar a Ciudad Juárez, y ver desde la ventanilla del avión el paisaje desértico, diferente al de su país.
Entre su repertorio, incluyeron la conmovedora ‘Recuerdos de Yparacaí’, que Maya interpretó en un perfecto español ; ‘Nature Boy’, original de Nat King Cole a ritmo de jazz y con su verso característico: “Lo más importante que aprenderás es a amar y ser amado”.
Al final, entre una ovación de pie por parte del público, Maya agradeció a los organizadores del festival por haberlos traído hasta aquí y a la gente por venir a su encuentro.
“Gracias por venir a escucharnos, sin ustedes no somos nada, y esta canción es especialmente para ustedes”, dijo en inglés la cellista, para cerrar de manera magistral con ‘Piensa en mí’, de Agustín Lara.