Natalia Piña / El Diario
2017-10-07
Siete años de inspiración fronteriza acompañaron al chihuahuense Claudio Ordaz durante el emprendimiento de la enriquecedora aventura que lo llevó a convertirse en el primer mexicano -en toda Europa- en establecer una orquesta: la Savonlinna Camerata de Finlandia.
El violinista, que forma parte de la cuarta generación de músicos en su familia, siendo su papá, Moisés Ordaz, el fundador de la Orquesta Sinfónica de la Universidad Autónoma de Chihuahua (UACH), tuvo una inclinación por este arte desde los 5 años, edad en la que comenzó a recibir sus primeras lecciones musicales.
“Tengo que decir que estoy profundamente agradecido con Juárez porque, bueno, aparte de ser una ciudad maravillosa con una gente de una calidez humana increíble, yo recibí un apoyo de esta ciudad para poder terminar mis estudios profesionales en la Universidad de Texas en El Paso (UTEP)”, platicó Ordaz para El Diario en entrevista.
Claudio logró egresar de la Licenciatura en Ejecución de Violín en el 2001 gracias a un grupo de empresarios juarenses que apoyaron económicamente al director.
“Estoy muy agradecido, yo me siento juarense, de Juárez y de El Paso, es un lugar muy querido para mí, me trae muchos recuerdos”, añadió.
Al terminar sus estudios en la frontera, el chihuahuense sintió una gran inquietud por continuar aprendiendo, sentimiento que lo llevó a la República Checa, lugar donde culminó con éxito dos posgrados en el Conservatorio Estatal de Praga; en Dirección de Orquesta y en Ejecución de Violín.
Y su preparación no terminó ahí, pues decidió continuar aprendiendo y viajó a Estonia, región donde realizó una Maestría y un Doctorado en Dirección Orquestal, además de ser el lugar donde conoció a su esposa Finlandesa.
“Después de un tiempo mi esposa recibió una invitación para enseñar en un Conservatorio en Finlandia y decidimos irnos para allá a empezar desde cero, y fue cuando noté que había mucho talento en Savonlinna, que había músicos excelentes que sólo se dedicaban a la enseñanza”, dijo.
Más que un reto o una dificultad para él, Claudio vio una oportunidad para hacer un aporte cultural: “Decidimos comenzar una orquesta invitando a nuestros amigos y a empresarios para que nos dieran un apoyo, pero tengo que decirlo, no fue sencillo convencer a los finlandeses de que un mexicano pudiera estar a cargo de un puesto de liderazgo en su país”, expresó.
A pesar de las dificultades el director logró consolidar la orquesta en 2013, año en el que se ofreció el primer concierto, obteniendo una gran respuesta del público. Dos años después, en el 2015, la Fundación Cultural Finlandesa le otorgó un galardón por excelencia artística e innovación.
“Cada vez que tengo la oportunidad trato de programar música mexicana, es un gusto realmente poder presentarles a los públicos en Europa nuestra cultura. De alguna manera ser esa persona que les presente estas expresiones de nuestra tierra por allá, donde no se conoce, es un gusto y un privilegio”, compartió.
En diciembre de este año Claudio Ordaz participará en la celebración del centenario de la independencia finlandesa, pues el Ministerio de Cultura y Educación Finlandés seleccionó a la orquesta como uno de los grupos premiados.