Adriana Fernández
Agencia Reforma
Ciudad de México— El caos es un concepto tan desagradable como atrayente; causa repele, por el miedo a lo desconocido, a lo incierto. Causa fascinación, por el liberador sentido de perder el control. Llega hoy una cinta que ejemplifica bien esta situación: ‘Madre!’
Ella (Jennifer Lawrence) despierta y su brazo se extiende, ansioso, buscando a su esposo (Javier Bardem). Él es un creador, un autor en espera de inspiración. Mientras, ella, ha remodelado pacientemente la casa antigua, en medio de un solitario bosque.
La pacífica vida de ambos se verá interrumpida por un viajero nocturno (Ed Harris), quien busca asilo. Pero poco a poco, se notan las intenciones del huésped. Nada volverá a ser igual.
La cinta del provocador director Darren Aronofsky, logra precisamente eso: dar una sacudida monumental al arrojar al público a un torbellino de sensaciones, que van de la franca incomodidad, a la completa estupefacción.
Y es que el guión del propio cineasta, va construyendo, capa sobre capa, un ambiente de total tensión, situaciones perturbadoras de los personajes, que van in crescendo. Lo impactante, es que no despegamos la mirada: clavan su anzuelo en nosotros, de manera brutal.
Trabajo de primera
Jennifer Lawrence convence como la asustada y joven ama de casa; Bardem está sensacional como el artista en busca de gloria y los secundarios, Harris y Michelle Pfeiffer, están excelentes. Pfeiffer, sobre todo, se roba todas sus escenas.
Abonando a este ambiente ominoso, está una fotografía asfixiante de close-ups, un énfasis en los sonidos y una edición que contribuye a este sentido de inmediatez.
Cierto que Aronofsky, fiel a su estilo, conoce el valor de causar shock y algunas de sus tácticas, de pronto parecen exageradas. pero increíblemente, funcionan. Es como si conociera a fondo nuestra psique.
Sí, el cineasta sabe lo atrayente, lo repugnante y lo oscuro que resulta el descontrol; ése que se llama caos.
‘Madre!’
Dirige: Darren Aronofsky.
Actúan: Jennifer Lawrence, Javier Bardem y Michelle Pfeiffer.
Duración: 120 min.