Manuel Orozco/
El Diario de Juárez
El sacerdote juarense Beto Luna participó la noche de ayer en la cocina del programa de televisión Master Chef 2017, en esta ocasión cocinó para ganarse un lugar dentro de los 18 seleccionados que estarán compitiendo domingo a domingo por llegar a la final.
El padre llenó el paladar de la chef Betty Vázquez, quien después de probar el platillo preparado por el sacerdote decidió darle un mandil como símbolo de que había sido parte de los afortunados en entrar al concurso.
Mientras empezaba a cocinar la codorniz que sería su pase para competir por el título de Master Chef, la juez Betty Vázquez se acercó a él y lo cuestionó acerca de su labor sacerdotal en la ciudad por ser un “ambiente rudo”. El padre Beto le comentó sobre su labor con las internas del Cereso, a quienes les dedicó su primer platillo dentro de la competencia.
Además, en entrevista elaborada en la Parroquia Corpus Christi, comentó que aparte de ser sacerdote también se sube al ring de lucha libre como parte de las actividades del seminario de Ciudad Juárez.
Al momento de pasar a exponer su platillo ‘codorniz campestre’ como él lo bautizó, la juez degustó el alimento y no dijo palabra alguna, por lo que el padre regresó a su lugar.
Fue hasta el final cuando pasó al frente de los jueces junto con otros tres aspirantes al concurso y con quienes se disputaría su pase a la competencia.
“Qué pena padre, va a tener que abandonar un tiempo a sus feligreses, venga y tome un mandil, porque le toca quedarse con nosotros”, fueron las palabras de la chef para darle su recibimiento a la lucha por ser el mejor del programa; el sacerdote motivado lo tomó y agradeciendo a Dios comentó que ese mandil tenía nombre, ya que al dejar la ciudad para ir al concurso, una persona le dijo que al finalizar se lo regalara.
La participación del padre Beto terminó por ese día al salir de la cocina con el mandil puesto.
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