Espectaculos

‘A mi me gusta más estar en la frontera’

Cynthia Camacho
El Diario

2017-08-24

Juan Gabriel dejó huella en la avenida Juárez, testigo de sus inicios más humildes, cuando en busca de ‘la paloma’ o propina, recorría los bares con una guitarra a veces prestada.
Sus andanzas a principios de la década de los setentas y posteriores logros, son recordadas por personajes y amigos que se cruzaron en su camino, como David Bencomo, hijo del propietario del Noa Noa, –donde Juan Gabriel tuvo su primera oportunidad–; Recaredo Núñez, propietario del restaurante ‘Viva Juárez’;  Carlos, ‘El Padrino’, gerente del Noa Noa por 23 años, y Antonio Hernández Camacho, artesano por más de 50 años en la avenida Juárez.

“Hay una anécdota muy linda, iba a comer en el restaurante El Palenque (en la avenida Juárez), muy famosa por sus calditos de pollo. Me recuerdo que él llegaba ahí con su guitarrita, cuando andaba en el talón (musicalmente) pidiendo la ‘paloma’ (dinero) en negocios y llegaba ahí a comer y el señor Mario Pérez Iriarte (propietario) que estaba ahí, le regalaba la comida, el caldito y hasta dos pesos en aquel tiempo, no tenía el sustento de la vida porque él con su guitarrita cantaba en Don Félix Bar, en diferentes bares para que le dieran un dinero para comer, y don Mario Pérez lo invitaba.
No olvido que una vez me dijo: ‘Yo me voy a morir en domingo’, yo le pregunté porqué decía eso y él contestó: ‘Porque es el séptimo día, el día de nuestro Señor’, me dijo”.

Carlos ‘El Padrino’, gerente del Noa Noa por 23 años.

“Lo conocí en 1999, en septiembre que vino a dar un concierto a El Paso, Texas, y fue cuando le propuse hacerle un pequeño homenaje con motivo de la  reinauguración de la avenida porque en aquel entonces todo el cableado de la luz y teléfono se hicieron subterráneos y se hizo un nuevo drenaje pluvial, entonces con la idea de acelerar las obras, se me ocurrió proponer si él venía a cortar el listón de la Avenida Juárez esquina con la 16 de Septiembre. Le dije: ‘Te vamos a obsequiar una estrella con tu nombre tipo Paseo de la Fama de Hollywood’. Le agradó la idea y le dije: ‘Tú vas a ser nuestro padrino, un padrino natural de la avenida Juárez y yo como padrino le digo, vamos a darle un impulso para retomar el turismo internacional que visita ciudad Juárez porque eres un embajador natural no sólo de Ciudad Juárez sino de todo el país. Él contestó: ‘Perfecto, cuenta conmigo, voy a estar’, lo cumplió y se llevó a cabo ese homenaje, él se entrego nuevamente a Ciudad Juárez, nos cantó en forma gratuita en plena avenida, en plena calle, frente al Noa Noa, habíamos pedido inicialmente que cantara 20 minutos, y el cantó por mas de una hora, y precisamente, él dijo en esa actuación con micrófono abierto: ‘Cuando yo llegue a faltar, yo quiero que aquí en Juárez se me sepulte’.
Él ahí lo pidió y como ahorita lo estoy mencionando al presidente municipal, ahí están los videos donde él lo expresó porque queremos hacerle llegar a su hijo Iván esos detalles para ver la posibilidad, hay comentarios que va a sepultar aquí en Juárez, pero quisiéramos enviarle eso a su familia, a sus hijos, para que  cumplan una voluntad que él en vida lo pidió y lo hizo públicamente, esa actuación histórica tiene mucho fondo, corazón y entrega porque él estaba en su plenitud y estaba dando a conocer uno de sus discos que decía ‘Todo está Bien’. En aquella época Juárez estaba pasando por una época difícil  y él remarcó mucho que todo estaba muy bien, haciendo mención a su disco y a que en Juárez todo estaba muy bien”.

Recaredo Núñez,  presidente de la Asociación de Empresarios y Profesionistas de la Avenida Juárez, Asociación Civil.

“Recuerdo una vez que llegó de una presentación que tuvo en Sudamérica, llegó muy cansado y pidió que cerraran el bar. Les pidió a todos los que estaban ahí que se quitaran los zapatos y pidió cervezas para todos, luego les dio a cada uno cincuenta dólares ‘para que se compren zapatos nuevos y tiren esos que se acaban de quitar’.
De alguna manera siempre el Noa Noa estaba en su mente, y siempre llegaba aquí. Queremos unirnos, incluso con Meche (quien fue una de sus mejores amigas en sus inicios), pedir para Juarez que quede aquí, nosotros lo esperamos, como no”.
   
David Bencomo hijo, propietario de Yankees Bar, y del Noa Noa Bar


“Viene Juan Gabriel y el gobernador hace siete meses y me saludaron, yo le dije a Juan Gabriel: ‘Hace mucho que no te miraba’, se rió, me dio la mano y se fue con el gobernador.
A Juan Gabriel lo conocí, hablamos muy poco. En 1975 si mal no recuerdo, había un hotel en la calle Colón y Juárez, se llamaba Hotel Ritz y ahí vivía con Meche, ella le dio cabida a él. Entonces Meche aquí venía conmigo a platicar, yo me acuerdo que salía Juan Gabriel de ahí y me saludaba, en el número 11 vivía y tenía un amigo que trabajaba en las curiosidades, Juan Gabriel tenía 15 o 16 años. Entonces a mi amigo le quedó una guitarra para tocar, Juan se la pedía y le decía a mi amigo: ‘No te la puedo prestar porque va a venir mi patrón y me va a regañar, me puede correr’, y le rogaba que se la prestara para sacar un dinero.
Juan Gabriel se metía mucho al Noa Noa y me acuerdo que había una banda que tocaba puro inglés, se llamaban Tequila Soul Band y llegaba Juan Gabriel, y era menor de edad y lo sacaban de ahí porque les podían cerrar el negocio, pero tocaba ahí y le daban un dólar para poder comer, siempre fue aquí su barrio, de la avenida Juárez no salió”.

Antonio Hernández Camacho, artesano con más de 50 años de trayectoria en la Avenida Juárez

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