Agencias
2017-08-20
Londres— A mediados de marzo, Mel B anunció que se divorciaba del productor Stephen Belafonte, quien había sido su marido durante la última década. La cantante y ex Spice Girl justificó la separación por “diferencias irreconciliables”. Más tarde vino la polémica.
Denuncias de abusos físicos, vídeos sexuales y malos tratos coparon los titulares de los tabloides británicos. En medio de tantos dimes y diretes, el nombre de Lorraine Gilles, empezó a sonar con fuerza.
La cantante culpó a la que fue niñera de sus hijos de ser una de las responsables de la separación, incluso Mel B declaró que su expareja había dejado embarazada a la alemana.
Ahora Gilles quien trabajó con la excantante durante varios años a partir de 2007, admite haber mantenido relaciones sexuales con Belafonte, pero aclara que siempre fueron en presencia y con el consentimiento de la Spice Girl.
Asegura también que era la misma intérprete la que pedía que su entonces esposo y la niñera mantuvieran encuentros sexuales.
En el proceso de separación, el 17 de julio pasado la ex Spice Girl fue condenada a pagar 40 mil dólares mensuales a su exmarido, Stephen Belafonte, después de que un juez de Los Angeles concediera al productor la solicitud de ayuda de emergencia en la que alega que necesita soporte económico para pagar comida, vivienda y su factura telefónica.