Espectaculos

Todo menos estrella

Rodolfo G. Zubieta
Agencia Reforma

2017-03-19

Los Angeles— A sus 25 años, Shailene Woodley, bien podría estar disfrutando de las mieles de la fama y la fortuna propias de ser una estrella de Hollywood.
Pero la californiana prefiere luchar por el medio ambiente y defender a capa y espada los derechos de los homosexuales, antes de preocuparse por si sus películas son taquilleras o por cuántos seguidores tiene en Twitter.
"No me gusta la palabra activista, pero la realidad es que lo he sido casi desde que nací. Me tocó nacer en un mundo y en un tiempo donde existen muchas injusticias sociales, por eso me es imposible quedarme callada ante lo que considero que está mal.
"En esta carrera es muy fácil que ser activista, lo consideren como una moda cuando en realidad debería ser un derecho humano. Todos deberíamos alzar la voz ante la desigualdad o cualquier cosa que sea importante para ti", puntualiza la protagonista de la saga ‘Divergente’ en entrevista.
Prueba de esto fue la manifestación pacífica en la que participó en octubre del año pasado, en Dakota del Norte, donde trató de evitar la construcción de una tubería de petróleo, por lo que fue arrestada y encarcelada brevemente junto a otras 27 personas.
"Tras todo ese relajo, aprendí lo enormemente jodido que está nuestro país. Ahorita estamos hablando en el Four Seasons, tranquilos en una habitación, pero la verdad es que estoy preocupada de que maten a mis amigos por oponerse de nuevo al oleoducto.
"Por otro lado, me di cuenta de que cuando la gente se une y lucha por la misma causa, se puede lograr cualquier cosa. Nada es imposible", asegura, con la voz plena de convicción.

Sin temor
Aunque no es una regla, la actriz también procura que su trabajo sea acorde con sus creencias y, de ser posible, influya de manera positiva en el público.
"Inconscientemente, creo que siempre elijo las películas en las que trabajo con base en el contenido, en los mensajes que aborda y en lo que le estamos mostrando al público.
"Incluso un blockbuster como ‘Divergente’ me interesó no por su pirotecnia, sino porque toca temas importantes, como la propaganda en la sociedad, las consecuencias de las masacres y el futuro de los jóvenes".
Woodley, nominada al Globo de Oro por su papel en el filme ‘Los Descendientes’ (2012), con el cual debutó en cine, es una mujer muy segura de lo que quiere. Tanto, que no le importa si algún día su faceta como activista llega a sobreponerse a profesión como actriz.
"No me da miedo que mi activismo afecte mi carrera, porque antes de ser actriz soy un ser humano. No lucho por cosas que son triviales: hablar del medio ambiente, el cuidado del agua, la equidad racial o sobre los derechos de la comunidad LGBT no es trivial.
"Me gustaría morir sabiendo que en vida siempre hablé con la verdad, ayudé a cambiar al mundo y que jamás me intimidó la idea de que eso afectaría mi carrera. No tengo miedo de que Hollywood me rechace".
 

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