Espectaculos

Tiene combinación ganadora

Fidel Orantes
Agencia Reforma

2017-01-22

Pasadena, California– Con su tez apiñonada, ojos azules con toques grisáceos y verdosos, y un cuerpo que parece esculpido a mano, sería fácil pensar que a eso se reducen los talentos de Jesse Williams.
Pero nada más alejado de la verdad, pues el actor se graduó de la Universidad de Temple con dos títulos: Estudios Afroamericanos y Cine y Medios de Comunicación.
Y, para su buena fortuna, el atractivo físico con el que lo dotó la naturaleza nunca fue motivo para que subestimaran su capacidad intelectual, a diferencia de lo que le sucede al doctor Jackson Avery, su personaje en ‘Grey's Anatomy’.
"Ese tipo de prejuicios te dan más de lo que te quitan, pero no me quejo, nunca he tenido ese obstáculo en mi vida", compartió.
Su intelecto se ha impuesto siempre a su apariencia, y prueba de ello es el respeto que inspiraba entre los estudiantes a los que impartió clases en una escuela pública de Filadelfia antes de dedicarse a la actuación. De hecho, Jesse recuerda con mucho cariño esos seis años al frente de un salón de clases.
"Extraño ser profesor. Ya lo he dicho antes, ¡es el mejor trabajo que he tenido!".
Claro que tampoco ha sido indiferente a sus atributos físicos, y eventualmente acabó incursionando en el modelaje. Pero fue finalmente la actuación el ámbito en el que encontró el crisol ideal para combinar sus talentos.
"Como actor, debes pararte frente a un grupo de personas que no necesariamente quieren o están convencidos de estar ahí, pero tienes que convencerlos de que se queden, mantener su atención y su vínculo contigo, ofrecerles algo que no tenían antes.
"De verdad sí creo que hay un gran paralelismo entre ser actor y profesor. En la vida muchas cosas son una interpretación, involucran escuchar y sin duda la actuación es una combinación de ambas", dijo el originario de Chicago.
Desde sus primeras apariciones en cine y televisión, Jesse ha robado suspiros, y más cuando ha mostrado parte de su anatomía, como sucedió en ‘Amigas Inseparables 2’ (2008).
Pero el reconocimiento internacional llegó gracias al doctor Avery en la sexta temporada de la serie médica creada por Shonda Rhimes, en 2009, quien "sufre" a causa de su genética envidiable.
"Más que nunca tengo una pasión por mi trabajo, pero ya no veo lo que hago en ‘Grey's Anatomy’. Dejó de ser algo que me ayudara. "En cada episodio sé que estuve ahí, lo viví y lo vi, pero ya no lo vuelvo a ver en la televisión. Soy demasiado autocrítico como para que sea algo productivo", asegura.
Así, prefiere enfocar sus energías en la defensa de los derechos de las minorías, sobre todo de la comunidad afroamericana.

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