Tomado de ABC
2016-12-05Madrid— Michael Douglas tiene 72 años. Su padre cumple 100 el 9 de diciembre (viernes). En 1958 estuvo a punto de subir al avión en el que Michael Todd, marido de Elizabeth Taylor, murió junto a los demás pasajeros. No está comprobado que el mal carácter alargue la vida, pero en el caso de Kirk Douglas coinciden la longevidad y el temperamento endemoniado. En un tributo de 1987, Burt Lancaster dijo: “Kirk podía ser el primero en decirte que era una persona muy difícil… Yo podría ser la segunda”. Juntos hicieron siete películas. Entre ellas, ‘Duelo de Titanes’ (1957). Sheilah Graham, componente de ‘Trío Impío’ con Louella Parsons y Hedda Hopper, los unió en uno de sus libros. En un capítulo titulado ‘Los gemelos del genio de mil diablos’.
Según John Frankenheimer (‘Siete Días de Mayo’), Douglas quería ser Lancaster. Hombre. Douglas ha sido más en el cine. Y no por ser centenario. Pero es verdad que montó su productora Byrna cuando vio el éxito como productor de Burt Lancaster (este empezó con ‘El Temible Burlón’ en 1952). Graham calificó al protagonista de ‘Espartaco’ como “fanfarrón, egocéntrico e incapaz de soportar las críticas, si es que alguien se atreve a hacérselas”. Y seguraba que “muy pocas veces ha tenido éxito cuando ha hecho de bueno”.
De pobre a rico
Douglas nació siendo ‘el hijo del trapero’ y Michael Douglas siempre fue el hijo de una estrella de cine. Dos mitos unidos por un legendario hoyuelo en la barbilla y separados por el cambio generacional del Hollywood dorado de los grandes estudios al cine explícito y globalizado.
“Siempre les he dicho a mis hijos que no tuvieron la ventaja que tuve yo de nacer en una pobreza miserable”, ha afirmado en varias ocasiones Kirk.
Nacido Issur Danielovitch Demsky en Nueva York en 1916, hijo de emigrantes rusos, el patriarca de los Douglas tuvo que sudar tinta china para llegar a destacar en el cine, combatir en una guerra y, aun así, quedarse sin su Oscar en competición tras tres nominaciones por legendarias interpretaciones.
Se convirtió en una de las estrellas indiscutibles de la gran pantalla estadounidense, con títulos fundamentales de la historia cinematográfica como la gran superproducción histórica ‘Espartaco’ y el alegato antibelicista de ‘Senderos de Gloria’, ambas películas dirigidas por Stanley Kubrick.
Protagonizó también un clásico del wéstern como ‘Duelo de Titanes’, dirigida por John Sturges, y la película biográfica ‘El Loco del Pelo Rojo’ donde, bajo las órdenes de Vincente Minnelli, encarnaba al pintor Vincent Van Gogh.
Kirk Douglas es el último superviviente de una generación de actores que simbolizan otra época. Eso que muchos llamaron la edad de oro y de la que cada vez quedan menos representantes. Echar un vistazo a la filmografía del actor es revisar en dos minutos toda la historia de los últimos 70 años del cine.
Kirk Douglas no pasará a la historia del cine por todos los premios ganados (sólo tiene un Oscar honorífico, a pesar de sus tres nominaciones previas), sino por el valor de alzarse y decir que nadie debería ser juzgado por sus ideales
Sus conquistas
Douglas sólo ha tenido dos mujeres (Diana y Anne) pero ha estado con las más guapas, pese a que su atractivo era discutible. Con Marlene Dietrich («Venía a casa, preparaba sopa, me mimaba. Sexo afectuoso»), Lauren Bacall, Lana Turner («Estaba liada con Fernando Lamas, que era celosísimo»), Rita Hayworth, Gene Tierney, Mia Farrow…Cuando se convirtió en estrella con ‘El Ídolo de Barro’ (1949), Hedda Hopper le dijo que ya era un tipo de éxito y un verdadero hijo de puta. “Te equivocas, siempre he sido un hijo de puta, pero no te habías dado cuenta”, le replicó Kirk.