Espectaculos

Hollywood perdona a Mel

Rocío Ayuso
Agencia Reforma

2016-10-24

Los Angeles— La vida le vuelve a sonreír a Mel Gibson. Está por nacer su noveno hijo y, además, estrenará cinta como director, ‘Hacksaw Ridge’, la primera en 10 años. Y lo que es más importante cuando se es una estrella: Hollywood parece haberle perdonado. Gibson, de 60 años, pasó como un rayo de ser uno de los rostros más cotizados de la pantalla a protagonista de sagas como ‘Mad Max’ y ‘Arma Mortal’.
De director del fenómeno ‘La Pasión de Cristo’, a ser el paria de la industria, alguien con el que durante años nadie quiso trabajar.
Pero el tiempo lo perdona todo. Incluso los epítetos raciales proferidos contra los judíos y otras minorías tras su arresto por conducir borracho en 2006.
No era la primera vez que se iba de la lengua estando ebrio, alguien ultrarreligioso pero lleno de demonios, rápido a la hora de mofarse de los homosexuales y otros colectivos durante entrevistas en las que su talante de estrella rayaba con la grosería, eructando sin disimulo delante de la prensa.
Tras el escándalo que generó su detención llegó el obligado "mea culpa". Para entonces también había cruzado una línea de la que parecía no haber retorno.
De hecho, el divorcio de su esposa durante 31 años y madre de sus primeros siete hijos, Robyn Moore, y su tumultuosa relación con la cantante rusa Oksana Grigorieva, con la que tiene una hija de seis años, no ayudaron.
La ex amante le acusó de malos tratos y divulgó sus ataques de rabia. "Imagínate el peor momento de tu vida grabado y publicado en todo el mundo", dijo recientemente el histrión.
Ahora asegura que todo eso ha quedado atrás. Sus problemas con la bebida son cosa del pasado gracias a un programa de Alcohólicos Anónimos.
Su paso por el Festival Internacional de Venecia junto a la escritora Rosalind Ross, de 25 años, y con quien mantiene una relación desde hace dos, recordó al Gibson de antes.
Un triunfador que promociona su nuevo largometraje como realizador entre rumores de una posible candidatura.
Si la estatuilla que Roman Polanski recibió en 2003 le sirvió al prófugo de la justicia para allanar asperezas con Hollywood, un galardón sería todo un espaldarazo para el nuevo Gibson.

Le llueven ofertas
Las muestras de su vuelta no se detienen en su regreso como director de cine. Gibson está alternando su campaña al Oscar por ‘Hacksaw Ridge’, relato biográfico y sangriento de la vida de un objetor de conciencia durante la Segunda Guerra Mundial, con su nuevo rodaje como actor.
El protagonista de ‘El Año que Vivimos en Peligro’ está rodando en Irlanda ‘The Professor and the Madman’ junto a otro rebelde actor, Sean Penn. También está negociando su entrada a Every Other Weekend.
Y es que al intérprete al que el superagente de Hollywood Ari Emanuel expulsó como cliente y que durante la pasada década no contó con representante ahora le llueven ofertas.
Gibson ha resucitado a los ojos de Hollywood y son muchos los que le respaldan.
Durante años sólo sus amigos más cercanos, Jodie Foster o Robert Downey Jr., se atrevían a hablar bien de él en público. Ahora las buenas palabras se suceden en su defensa.
"Conozco a Gibson desde hace años y su talento como realizador es indudable", subrayó a The Hollywood Reporter la presidenta de marketing internacional en Warner Bros, Sue Kroll.
El productor de su último filme, David Permut, asegura que Gibson ha sido "malinterpretado" por quienes no lo conocen.
"Pregunta a los que trabajan a su lado: serían capaces de tirarse al tren por él. El tiempo lo cura todo", resumió Permut.
 

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